Miami, 30 jul (EFE).- Carlos De Oliveira, el tercer implicado junto con Donald Trump y Waltine Nauta en el caso criminal contra el expresidente por el mal manejo de documentos clasificados en violación a la Ley de Espionaje, se presenta este lunes en una corte de Miami.
De Oliveira, de 56 años y “administrador” de Mar-a-Lago, el club de Trump a donde fueron a parar cientos de documentos clasificados al término de su gobierno, tiene una audiencia este 31 de julio ante el juez Edwin G. Torres a las 10.30 de la mañana.
El magistrado Torres leerá formalmente los delitos que enfrenta De Oliveira para un juicio previsto para mayo de 2024, presidido por la jueza Aileen Cannon, quien fue nominada durante el gobierno Trump (2017-2021).
El jueves pasado el equipo del fiscal especial, Jack Smith, actualizó la acusación inicial contra Trump, con tres cargos más para el expresidente, entre ellos obstrucción de justicia por tratar de ocultar las pruebas que lo inculpan, y agregó además a De Oliveira como el tercer acusado.
De Oliveira está imputado de conspiración para obstruir la justicia, alterar, destruir, mutilar u ocultar grabaciones y otros objetos, hacerlo de “de forma corrupta”, y falsas declaraciones, de acuerdo con el documento judicial.
Según la acusación, De Oliveira habría intentado borrar imágenes de la cámara de seguridad en Mar-a-Lago en Florida después de que el Departamento de Justicia emitiera una citación sobre el caso el año pasado.
El nuevo imputado, del cual se conoce poco, no pertenece al círculo cercano de Trump, como lo es Nauta, su ayudante personal, quien es considerado un fiel aliado del expresidente desde que fue su “valet” en la Casa Blanca.
La acusación describe a De Oliveira como el “administrador de la propiedad” desde enero de 2022, tras empezar años atrás como “valet” en Mar-a-Lago y trabajador de mantenimiento.
Según el canal CNN, De Oliveira es portugués llegado hace décadas al país, vive cerca de Mar-a-Lago, en el condado Palm Beach, y fue descrito por allegados y conocidos como un buen trabajador, con poca interacción con los miembros del club o el equipo de Trump.
El expresidente, según la demanda, “solicitó” a De Oliveira que eliminara una grabación para “evitar que las imágenes se proporcionaran a un organismo federal”. Detalla que De Oliveira dijo al director técnico del club que “el jefe” quería que se borrara el servidor.
Trump, quien está acusado de 40 cargos criminales en Florida, entre ellos retener 31 documentos clasificados con información de defensa nacional, continúa asegurando que es una trama del presidente Joe Biden contra su aspiración a la Casa Blanca de 2024.
El republicano, el líder en las encuestas para las primarias de su partido, puede además ser imputado de nuevo por el fiscal Smith, esta vez por su responsabilidad a la hora de instigar a los trumpistas al asalto al Capitolio en enero de 2021 para detener el proceso de certificación presidencial de Joe Biden.
Se trata de la tercera imputación, después de la relacionada con documentos clasificados y la de marzo pasado por el presunto pago ilegal a la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña electoral de 2016 a cambio de su silencio.
Para este lunes, se prevé, como es usual, que De Oliveira, se declare no culpable de los delitos de ayudar a Trump.