Buenos Aires, 7 sep (EFE).- Una llovizna fina empapó Buenos Aires este jueves, amenazando el esperado reencuentro de la hinchada argentina con su selección en el Estadio Más Monumental, donde la Albiceleste debutaba contra Ecuador en las eliminatorias sudamericanas del Mundial de 2026.
La vigente campeona del mundo compite por primera vez en partido oficial 263 días después de coronar su escudo con una tercera estrella en la agónica final disputada contra Francia en el estadio de Lusail en Qatar 2022.
Pero ni las condiciones meteorológicas adversas, que mejoraron poco antes del encuentro, ni el elevado precio de las entradas para el partido, que se agotaron en pocas horas, impidieron a los fanáticos de la ‘Scaloneta’ acudir en masa a la cancha de River Plate, convertida hoy en ‘la casa’ del fútbol argentino.
“No importa si hubiesen rayos”, asegura a EFE Cristian, un joven de la provincia de La Pampa que ha viajado cientos de kilómetros desde el interior del país para poder ver por primera vez a la selección y a su ídolo, el capitán Lionel Messi.
Cristian va envuelto en una bandera en la que aparecen los rostros del astro rosarino y del otro gran jugador argentino de todos los tiempos, Diego Armando Maradona.
El joven lo tiene claro: “Yo amo a Messi, pero ‘el Diego’ es ‘el Diego’ (…), y el amor que yo le tengo a Messi es el que tiene mi ‘vieja’ por Maradona”.
MESSI DESATA UN TEMPORAL DE ELOGIOS
Como las nubes de tormenta de hoy, las dudas acerca de la continuidad de ‘la Pulga’ en el equipo argentino para la próxima cita mundialista parecen haberse disipado. Ya nadie duda de que Messi hará todo lo posible por estar en 2026.
“Creo que una más se la banca (aguanta), Messi siempre da para una más”, apuesta Barbi, que acude al Monumental de Buenos Aires acompañada de su hija de un año.
“Va a ser futbolera, un año y ya la vamos a poner en ritmo para que se acostumbre”, asegura entre risas la madre.
Pero la ‘Scaloneta’ no es una cuestión de edad, y a la cancha acuden también veteranos como Walter, que recita a EFE sus estadísticas antes del partido: “Yo vengo ya de trece Mundiales y diez Copas de América”.
“Tengo 85 (años) y estoy medio gripado, pero no voy a dejar de venir”, afirma el veterano seguidor de la Albiceleste.
Cae la noche y llueve con mucha menos intensidad en los accesos al estadio porteño, vigilado por las estructuras acristaladas de los rascacielos que pueblan el norte de la ciudad.
Pero no sólo es el agua la que corre esta noche por las calles del barrio de Núñez. Las riadas albicelestes de aficionados ávidos por encontrarse con sus héroes mundialistas desembocan poco a poco en los vomitorios del histórico estadio, inundándolo con los colores de la selección.
ECUADOR ANTE SU “GRAN DESAFÍO”
En esta lluvia torrencial de júbilo argentino es difícil toparse con alguno de los 2.500 aficionados de la ‘Tri’, pero Ricardo ha viajado desde Quito para ver a su país jugar contra la campeona del mundo.
“Es un gran desafío”, admite, y se atreve a dar una recomendación para capear el temporal que amenaza a los ecuatorianos: “La mejor arma que tiene Ecuador son los ‘huevos’, la ‘garra’ y muchos ánimos”.
Ricardo se deshace en elogios hacia Messi y considera que el ‘crack’ argentino está “tranquilo y feliz” en su nuevo equipo, el Inter de Miami, donde comparte vestuario con dos jugadores ecuatorianos, Leonardo Campana y Dixon Arroyo.
La selección ecuatoriana llega a la fase clasificatoria con la dificultad extra de contar con tres puntos menos de inicio por el llamado ‘caso Castillo’, que casi dejó al equipo del país sin poder participar en el pasado Mundial.
UN EQUIPO ACOSTUMBRADO A LA PRESIÓN
La campeona está sometida ahora a una presión mayor, pero los aficionados reconocen las dificultades que suponen los partidos de esta fase.
Leandro define las eliminatorias sudamericanas como “ásperas”, pero cree que Argentina podrá sobreponerse a los retos deportivos que vengan.
Junto a su hija Valentina, disfrutará por primera vez del juego de Messi. Ninguno de los dos duda de que la estrella, que podría convertirse hoy en el máximo goleador en la historia de las eliminatorias, llegará al Mundial que acogerán conjuntamente Canadá, EEUU y México.
Por el momento, la campeona tiene un duro rival en Ecuador, pero parece que, hasta pasada por agua, la afición argentina sigue viviendo un idilio con su equipo.
Incluso Ricardo, el joven ecuatoriano, parece imbuido de este éxtasis y sólo tiene buenas palabras para la afición local, a la que califica de “familiar y amena”.
Mientras EFE habla con el aficionado de la ‘Tri’, decenas de hinchas argentinos entonan una vez más, esta vez bajo la lluvia, el himno oficioso de la selección, el célebre “Muchachos”, de La Mosca Tsé Tsé.
Ricardo sonríe. “La lluvia no para a nadie, aquí nos mojamos todos y todos vamos felices”, concluye.
Juan Verano