Washington, 15 sep (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó este viernes, el día en el que ha comenzado una histórica huelga en el sector automotriz, que las ganancias corporativas “récord” que han tenido las compañías en los últimos años deberían compartirse con los trabajadores.
“Las empresas han hecho algunas ofertas importantes, pero creo que deberían ir más allá para garantizar que las ganancias corporativas récord signifiquen contratos récord para el (sindicato) UAW”, afirmó el mandatario.
Biden quiso hacer hoy una declaración oficial sobre el tema desde la Casa Blanca, unas horas después de que el presidente del sindicato UAW, Shawn Fein, anunciara que los trabajadores de las plantas de montaje de General Motors en Wentzville (Misuri), los de la planta de Toledo (Ohio) de Stellantis y los de la planta de Michigan de Ford serían los primeros en declararse en huelga desde hoy.
Las tres fábricas emplean a alrededor de 13.500 personas. Según Fein, esta es la primera vez en la historia que se declaran huelgas al mismo tiempo en las tres compañías.
“Seamos claros: nadie quiere hacer huelga. Pero respeto el derecho de los trabajadores a utilizar sus opciones dentro del sistema de negociación colectiva. Y ahora comprendamos la frustración de los trabajadores”, afirmó.
Biden informó de que ha enviado a dos miembros de su equipo a Detroit, a la secretaria del Trabajo, Julie Su, y al asesor principal de la Casa Blanca, Gene Sperling, quienes “deben ofrecer su total apoyo a las partes”.
“Tengo la esperanza de que las partes puedan volver a la mesa de negociaciones para forjar un acuerdo en el que todos ganen”, afirmó el mandatario, quien siempre se ha mostrado un férreo defensor de la labor de los sindicatos.
El sindicato y las tres empresas negocian desde julio la firma de un nuevo convenio colectivo para los próximos cuatro años. Pero UAW se queja de que los fabricantes no están negociando de buena fe en un época en la que registran beneficios millonarios.
El sindicato reclama una subida salarial del 46 % en cuatro años, la instauración de nuevo de pensiones tradicionales, la reducción de la jornada laboral y la sindicalización de los trabajadores de las fábricas de producción de baterías.
“Durante generaciones, los trabajadores del sector automotor sacrificaron mucho para mantener viva y fuerte la industria, especialmente durante la crisis económica y la pandemia”, afirmó Biden, y hoy “merecen una parte justa de los beneficios que ayudaron a crear.