Washington, 9 oct (EFE).- El congresista republicano Kevin McCarthy, destituido como presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, afirmó este lunes que su posible retorno al liderazgo de la institución está en manos de su partido.
McCarthy hizo estas declaraciones a pesar de que la semana pasada anunció que no optaría a su reelección después de que fuera destituido como líder de la Cámara Baja a raíz de una rebelión del ala más dura de los republicanos.
“Esto es una decisión que debe tomar la conferencia (el grupo parlamentario republicano). Dejaré que tomen la decisión que sea”, respondió el congresista al ser preguntado en una rueda de prensa sobre su posible regreso al frente de la Cámara.
El republicano compareció ante los medios para evaluar el inicio de la guerra entre Gaza e Israel, y dar su opinión sobre los pasos que debería tomar la Administración del demócrata Joe Biden.
McCarthy declaró que sea o no reelegido como “speaker”, nombre en inglés con el que se conoce al presidente de la Cámara, seguirá siendo congresista haciendo las propuestas que cree necesarias.
El republicano exigió a Biden rescatar a los rehenes estadounidenses secuestrados por Hamás y acabar con la “política de apaciguamiento” de Estados Unidos que, a su juicio, ha “envalentonado a los terroristas”.
El Congreso de Estados Unidos se encuentra paralizado desde la destitución la semana pasada de McCarthy como presidente de la Cámara de Representantes.
Sin un “speaker” en activo, la Cámara no puede, entre otras cosas, aprobar nueva ayuda militar para Ucrania ante la invasión rusa o para Israel en el nuevo conflicto con Gaza.
Los republicanos, que ostentan una estrecha mayoría parlamentaria, han convocado varias reuniones internas durante los próximos dos días para intentar votar el próximo miércoles a un nuevo “speaker”.
Por ahora, solo dos conservadores se han presentado como candidatos: el líder de la mayoría republicana, Steve Scalise, y el presidente del Comité Judicial, Jim Jordan.
Este último recibió la semana pasada el respaldo público del expresidente Donald Trump (2017-2021), quien a su vez no descarta la posibilidad de asumir la presidencia de la Cámara durante un corto período de tiempo para “unificar” al Partido Republicano.
McCarthy, quien en enero hizo historia al necesitar 15 votaciones para lograr el cargo, fue destituido por la rebelión de un pequeño grupo de ultraconservadores acólitos de Trump que se oponen a los acuerdos alcanzados entre republicanos y demócratas para evitar un impago de la deuda pública o un cierre del Gobierno federal.