Washington, 13 oct (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos cree que evacuar a un millón de civiles del norte de la Franja de Gaza es una “tarea complicada”, aunque no ha llegado a cuestionar la orden que ha dado el Ejército israelí para que esa población se traslade al sur del enclave.
Así se posicionó en una entrevista con la cadena MSNBC el portavoz de exteriores de la Casa Blanca, John Kirby, quien fue preguntado específicamente sobre si cree que es posible que salgan del norte de la Franja de Gaza los 1,1 millones de palestinos que viven allí.
“Va a ser una tarea complicada. Dada la gran densidad de población, dado que es un área de combate, que hay bombas cayendo e impactos de misiles que están ocurriendo. Es un gran número de personas para mover en un período de tiempo muy corto”, afirmó Kirby.
Sin embargo, el portavoz no cuestionó la orden del Ejército de Israel y afirmó que Washington “comprende” el propósito de su acción, que busca “aislar a la población civil de Hamás” y “minimizar” el número de muertes entre los habitantes de la Franja de Gaza.
Por otro lado, según reiteró Kirby, Estados Unidos sigue trabajando con Israel y Egipto para establecer un corredor humanitario para permitir la salida de los palestinos de la Franja de Gaza, donde viven unos 2,2 millones de personas.
La orden de evacuación del Ejército israelí lanzada esta mañana implica la reubicación de al menos a 1,1 millones de personas -casi la mitad de la población de la Franja-, algo que la ONU ve “imposible” ahora y que puede tener “graves consecuencias humanitarias”.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, dijo este viernes en Pekín que el ultimátum del Ejército israelí es “poco realista” y consideró que ese tipo de avisos deben ser “realistas” para evitar consecuencias humanitarias “devastadoras”.
Mientras tanto, la organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) instó este viernes a los líderes mundiales a que se pronuncien “antes de que sea demasiado tarde” sobre el plazo de 24 horas dado por Israel para evacuar a los civiles del norte de Gaza al considerar que no es “un aviso efectivo”.
El número de muertos causados por los bombardeos israelíes en Gaza ya superaba el jueves los 1.500, según el último recuento del Ministerio de Sanidad gazatí, mientras que el saldo de víctimas de lado israelí causado por el ataque de Hamás se mantiene de momento en torno a 1.300.