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May 6, 2024

El ‘ángulo Q’ y las lesiones de las futbolistas

Las delantera brasileña del Atlético de Madrid Ludmila (c) sufre una lesión durante el encuentro de Liga Iberdrola entre Atlético de Madrid y Real Madrid en el Centro Deportivo Alcalá de Henares, en Madrid. EFE/ J.J.Guillén

Madrid, 27 oct (EFE).– El I+D en las botas de las jugadoras evoluciona. La biomecánica es esencial. Víctor Alfaro, cofundador -junto a su hermano Javier- de Podoactiva, diseña plantillas que pueden cambiar la salud del fútbol femenino. En una entrevista con EFE explica qué es el ‘ángulo Q’, el que forman el fémur y la tibia, clave para fabricar las botas del futuro.

Pregunta: Biomecánica, ¿existen diferencias entre la pisada masculina y femenina?

Respuesta: Hay una diferencia muy importante. Hasta ahora no se había prestado mucha atención a esto y las chicas jugaban con botas de hombre, pero con un número más pequeño. Ahora están sacando modelos de botas solo para mujeres porque la estructura del pie es diferente.

La relación entre el antepié y el talón de una mujer y un hombre es diferente. La mujer tiene un antepié más ancho y el talón más estrecho; el hombre, al revés. Es decir, usando una bota de hombre pero de menor talla, si a la mujer le va bien por delante, por detrás le va a ir mal. Además, el empeine debería ser más alto, el pie tiende a pronar más… según va creciendo el fútbol femenino se tienen más en cuenta estas cosas.

P: ¿Esta es una de las razones por las que hay más lesiones de ligamento cruzado en mujeres que en hombres?

R: Es que ni la forma del pie ni la forma de pisar es la misma. El ‘ángulo Q’, el que hace el fémur y la tibia, tiene un ángulo más aumentado en la mujer. Eso te posiciona a que tengas más posibilidades de que el ligamento cruzado anterior esté más tenso. Por eso hay más lesiones en mujeres que en hombres.

Además, cuando una mujer está con el periodo le afecta hormonalmente y sus ligamentos son más laxos, lo que produce más riesgo de lesión. Hay que tender a igualarse en todo lo que se pueda, pero a nivel biomecánico hay que diferenciar lo que necesita un hombre de lo que necesita una mujer.

P: Tienen presencia en Italia y Reino Unido, donde planean invertir un millón de euros y crear una sede central como la que tienen en Huesca. Ya trabajan con jugadores y clubes de la Premier League. Su próximo paso, llegar a Estados Unidos. ¿Cómo surge el desembarco de la empresa en Reino Unido?

R: La primera incursión en Reino Unido la hicimos para tratar a Fernando Torres cuando estaba en el Liverpool. Con unos artefactos enormes que eran siete veces más grandes de los de ahora… Entonces empezamos el camino. Luego a Fernando le acompañamos en toda su carrera.

Luego, como llevamos tanto tiempo en España, trabajando con el Real Madrid y otros equipos, esos futbolistas acaban aterrizando en la Premier League y nos da un nexo de continuidad. Empezó como un servicio puntual a jugadores.

Luego, los dos últimos años, hicimos un proyecto serio, analizando bien el mercado. Podemos aportar mucho en la parte de biomecánica a los podólogos de allí con las patentes que desarrollamos.

P: ¿Con qué clubes de Premier League están trabajando ya?

R: En la actualidad estamos trabajando con el Brentford, el Wolverhampton, el Leicester City, el Leeds United, cuatro clubes históricos del territorio británico. Recientemente también hemos empezado a trabajar con los equipos femeninos del Crystal Palace y del Leicester City.

No es aún como en España, pero empezamos a tener la confianza de algunos equipos. Además, en Reino Unido contamos con siete clínicas podológicas en Londres (2), Bristol, Taunton, Leicester, Norwich y Stockpot, con un equipo de profesionales excelentes, que trabajan día a día para seguir creciendo.

P: ¿Existen diferencias en el trabajo con clubes ingleses respecto a los españoles?

R: En un equipo de élite no hay tanta diferencia a nivel metodológico. Sí hemos aportado con las patentes que hemos desarrollado en España. Por ejemplo, ahora estamos con unos sensores que te permiten analizar al futbolista en directo sobre la superficie del juego, las plantillas inteligentes… En Reino Unido están con los brazos abiertos a recibir innovación.

Lo que más ha costado es ir afianzando con los podólogos ingleses el transmitir nuestra tecnología, adaptarla a la suya… encajar ese puzle.

P: ¿Qué plan estratégico sigue la compañía a nivel de inversión en Reino Unido?

R: El proyecto más importante es montar una sede central que sea el puesto de entrenamiento y puesta en marcha de toda la tecnología, que sea un punto de encuentro donde los podólogos puedan formarse sin necesidad de viajar a España o viajar nosotros a Reino Unido.

Más o menos, pretendemos invertir un millón de euros en los próximos dos o tres años. De ahí saldrá la sede central y abarca nuestro plan de crecimiento para tener entre 50 y 60 clínicas podológicas que trabajen con nosotros.

Es una apuesta seria. Llegar para quedarnos. Trabajar codo con codo con podólogos ingleses; eso es lo que le da sentido al proyecto.

P: ¿Tienen algún país más en su radar a futuro?

R: También tenemos clínicas propias en Milán y Bolonia. En Italia tenemos mucho margen de crecimiento. Además, abrimos un proyecto en el que vendrán 15 podólogos brasileños a formarse en nuestra sede en Huesca. También tenemos los ojos puestos, y dando pasos importantes, en llegar a Estados Unidos. Es el momento para ir y estamos preparados para ese reto tan grande.

P: Hablamos de deporte de élite, pero su empresa está también en la calle.

R: Fabricamos unos 50.000 tratamientos con plantillas personalizadas al año. Y 5.000 son de deportistas al máximo nivel. Los otros 45.000 son pacientes de la calle. Utilizamos el deporte de élite para marcarnos un nivel de autoexigencia alto. Y la trasladamos al 100% al paciente de calle. Ese paciente de calle puede notar más diferenciación con lo que hacemos, porque le aplicamos los mismos cálculos y material que al deporte de élite; no hay diferenciación cuando la plantilla entra en la fábrica de Huesca.

Este I+D permite cambiar la vida a gente de la calle, a niños que pisan mal, a mayores que corren… es muy fácil que un pequeño defecto genere un problema. Muchas veces son temas biomecánicos y, a quien lo necesita, una plantilla le puede cambiar la vida.

P: ¿Cuán presente está la Inteligencia Artificial (IA) en el I+D de su empresa?

R: Es importantísima. En lo que marcamos la diferencia es en la aplicación de IA. Tenemos una base de datos de un millón de pacientes, y la IA nos ayuda a gestionar estos datos. Por ejemplo, para que cuando analicemos a un paciente podamos compararlo con un caso de éxito que ya hayamos tenido con cierto tratamiento y aplicarlo.

La IA es la herramienta que más aporte de valor va a aplicar al mundo de la salud. Cuando sabes un montón te jubilas… la IA permite que ese conocimiento no se escape y que cada miembro del equipo se aproveche del conocimiento del resto.Los resultados mejorarán exponencialmente.

Posiblemente seamos la única empresa que tenga ingenieros de datos en la plantilla. El futuro va a la gestión del conocimiento y tratar los miles de datos que recogemos.

Las plantillas inteligentes recogen 500 datos por segundo. El saber procesar esos datos y tener herramientas que sepan discernir lo que es importante marcará la diferencia en el futuro. Nuestro éxito es que tenemos un equipo muy potente por detrás, más allá de que el cliente solo percibe que le has hecho una plantilla, pero contamos con ingenieros, matemáticos, físicos… para crear algoritmos buenos y traducirlos a una plantilla para cada paciente.

P: En los últimos días está de moda el césped artificial. Para 2030 hay que buscar una alternativa al caucho. ¿Cómo afecta este césped a la pisada de los deportistas?

R: Hay que buscar alternativas al caucho, a ese relleno, pero en España ya la hay, con corcho natural que, además, tiene alguna ventaja porque se calienta menos y por ello se reduce el uso de agua. Además, hay que transmitir tranquilidad, porque no va a desaparecer el césped artificial. Es inviable. Además, si el césped artificial está bien cuidado no es más lesivo que el natural. Se producen más lesiones por no usar la bota adecuada.

Por otro lado, el calzado está pensado para césped artificial o natural; y uno no vale en el otro. Me explico. Cuanto peor es el césped, mayor número de tacos y más pequeños. Y siempre tacos de goma en césped artificial, nunca de acero porque pones en riesgo tu ligamento cruzado. Y cuando se sustituya el caucho no va a haber un cambio en las botas. Lo que es importante es elegir bien la bota porque un césped artificial es mejor que uno natural que no esté bien cuidado.

Óscar Maya Belchí