Washington, 13 nov (EFE).- La Casa Blanca lanzó este lunes su primera iniciativa para la investigación de la salud de la mujer con el objetivo de cambiar “radicalmente” la forma de abordar y financiar este ámbito y así identificar “las soluciones audaces que toda mujer y su familia merecen”.
Así lo anunció en una rueda de prensa telemática la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, que liderará el proyecto junto a la doctora Carolyn Mazure, investigadora encargada de coordinar el proyecto en nombre del Gabinete de la Primera Dama y del Consejo de Política de Género de la Casa Blanca.
“Todavía no se ha investigado lo suficiente sobre la mejor manera de tratar, incluso, los problemas de salud más comunes de las mujeres, como la menopausia o la endometriosis”, lamentó Jill Biden, a la vez que tildó de “inaceptable” que esto suceda en el año 2023.
Por ello, la Administración del actual presidente estadounidense, Joe Biden, apostó por incluir “un amplio abanico de organismos federales para impulsar el progreso y catalizar el cambio tanto dentro como fuera del gobierno federal”, según apuntó la directora del Consejo de Política de Género de la Casa Blanca, Jennifer Klein.
Entre los miembros de la iniciativa figurarán los directores de organismos federales para la investigación sobre la salud de la mujer, como el Departamento de Salud, los Institutos Nacionales de Salud o el Departamento de Asuntos de los Veteranos.
Además, la primera dama hizo un llamamiento a los líderes del Congreso, el sector privado, las instituciones de investigación y la filantropía para que se unan “en la adopción de medidas urgentes para la salud y la vida de las mujeres en todo el país”.
Mazure aseguró que “los datos son claros en cuanto a la dramática necesidad de aprender más sobre la salud de las mujeres”, por lo que celebró la creación de un proyecto que, en su opinión, puede marcar un cambio significativo en dicho campo.
Los miembros de la iniciativa deben presentar al gobierno federal en un plazo de 45 días recomendaciones concretas sobre las medidas que se pueden adoptar para impulsar la investigación.
Estos mismos establecerán también áreas prioritarias de atención e implicarán al sector privado científico y a las comunidades filantrópicas para explorar nuevas asociaciones público-privadas y maximizar las inversiones en investigación sobre salud femenina.