Ciudad de México, 26 dic (EFE).- Mexicana de Aviación, la primera aerolínea comercial del país, retomó este martes el vuelo tras su quiebra hace 13 años y el rescate del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien entregó su control al Ejército, lo que ha despertado cuestionamientos sobre su viabilidad.
El primer vuelo de la aerolínea, un Boeing 737-800, partió a las 8:00 hora local (14:00 GMT) del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) de la capital mexicana al nuevo Aeropuerto de Tulum, ambos construidos por el Gobierno de López Obrador y administrados por las Fuerzas Armadas.
“Este hecho histórico, el regreso de Mexicana después de muchos años de no volar, es realmente todo un acontecimiento, para que esta línea que es emblema de los mexicanos, que tiene que ver con nuestra historia, vuelva a volar”, declaró el mandatario en su conferencia matutina.
El Gobierno había anunciado en agosto pasado una inversión inicial de 4.000 millones de pesos (235,3 millones de dólares) para la nueva compañía, que iba a recibir tres aviones Boeing 737-800 el 30 de septiembre y otros siete el 30 de octubre.
Pero, tras retrasarse su arranque, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, rectificó ahora que la empresa aérea comienza con tres Boeing 737-800 propios y dos Embraer alquilados, con la promesa de rentar cinco aviones más en el primer bimestre de 2024 y la próxima fabricación de aeronaves Boeing.
“Hoy reinicia el vuelo con aviones de nueva generación, incluyendo aeronaves de menor envergadura para aumentar la conectividad hacia aeropuertos donde no pueden operar aviones con mayores dimensiones”, expuso José Gerardo Vega, director general del Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica, la compañía del Ejército que opera Mexicana.
“De manera inicial, la aerolínea iniciará operaciones desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles hacia 14 destinos del país ubicados en los estados de Baja California, Campeche, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Nuevo León, Quintana Roo, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán”, detalló.
El regreso de la aerolinea del Estado mexicano
El presidente López Obrador había expresado desde mayo de 2021 su intención de revivir Mexicana de Aviación, aerolínea con participación del Gobierno que era la segunda más antigua de América, después de Avianca, pero que en agosto de 2010 se fue a concurso mercantil.
El Gobierno anunció el 10 de agosto pasado un acuerdo con los 7.407 trabajadores de la extinta aerolínea, a quienes pagó 815 millones de pesos (casi 48 millones de dólares) para que el Ejército use la marca.
López Obrador acusó al expresidente Vicente Fox (2000-2006) de privatizar la aerolínea para entregarla al empresario Gastón Azcárraga, quien es prófugo de la justicia por delitos vinculados con el quiebre de la compañía.
“Es el inicio, pero lo importante es que se rescata esta línea aérea de México luego de actos de corrupción y de estas entregas que se hicieron de bienes públicos a particulares”, dijo.
La empresa comercial militarizada
La compañía aérea, que priorizará vuelos a los aeropuertos que López Obrador ha entregado al Ejército, ha prometido boletos con un costo promedio hasta 20 % más bajo que las otras aerolíneas comerciales del país, Aeroméxico, Volaris y VivaAerobus.
“Cumpliendo con el objetivo social, la aerolínea ofrece viajes a precios accesibles, ya sea en vuelos sencillo, redondo, con los impuestos e inclusive con el equipaje de hasta 25 kilogramos sin costo adicional. Esto representa una diferencia adicional para el bolsillo de nuestros conciudadanos”, comentó Sergio Montaño, director general de Mexicana de Aviación.
Pero la oposición y empresarios han advertido de competencia desleal, inviabilidad financiera y el empoderamiento de las Fuerzas Armadas.
El Gobierno de López Obrador también ha entregado a la empresa militar Olmeca-Maya-Mexica la administración del Tren Maya, el ferrocarril del Corredor Interocéanico, nuevos aeropuertos como el AIFA y el de Tulum, hoteles y parques naturales.
“Estamos confiando esta nueva empresa pública a la Secretaría de la Defensa porque necesitamos que una institución fuerte del Estado mexicano sea la encargada de manejar todas estas nuevas obras públicas que se están haciendo para el desarrollo del país, con presupuesto del pueblo”, defendió el presidente.