Charleston (EE.UU.), 31 ene (EFE).- El presidente de EE.UU., Joe Biden, se enfrenta el sábado 3 de febrero a una prueba crucial en las primarias demócratas en Carolina del Sur. Con la victoria asegurada al no enfrentarse a rivales significativos, el reto radica en demostrar que aún puede electrizar a la base del partido, especialmente a la comunidad afroamericana.
Estas son las claves:
Carolina del Sur, primera cita demócrata
Carolina del Sur inaugura el calendario de primarias demócrata, lo que concede al estado una posición privilegiada para medir el entusiasmo hacia Biden y le otorga un peso importante para seleccionar a los candidatos demócratas durante futuros ciclos electorales.
El Partido Demócrata modificó el año pasado el calendario de primarias, arrebatando a Iowa y Nuevo Hampshire los primeros puestos que habían ocupado desde 1972, y concediéndole ese honor a Carolina del Sur.
Apodado como “el estado de las palmeras”, Carolina del Sur fue clave para que Biden pudiera revivir su candidatura en las primarias demócratas de 2020 tras haber quedado cuarto en Iowa y quinto en Nuevo Hampshire.
“¡Ustedes son la razón por la que soy presidente!”, proclamó hace solo unos días durante un evento de campaña en Columbia, la capital de Carolina del Sur.
Los demócratas han argumentado que estos cambios eran necesarios para ampliar las voces de los votantes afroamericanos, fundamentales para la base del partido.
Mientras que Iowa y Nuevo Hampshire son mayoritariamente blancos, con solo un 5 % y un 1,5 % de población afroamericana respectivamente, en Carolina del Sur el porcentaje asciende al 27 %, según datos del censo de 2020.
Un triunfo asegurado para Biden
Con una cita diseñada a medida, la victoria de Biden en Carolina del Sur está prácticamente garantizada y es muy probable que los principales medios de comunicación estadounidenses proyecten su triunfo solo unos minutos después del cierre de los centros de votación el sábado a las 19.00 hora local (00.00 GMT del domingo).
Según la encuesta más reciente de las primarias demócratas, publicada por Emerson College a principios de enero, Biden lidera la intención de voto con un contundente 69 %, por encima de sus dos principales rivales: el congresista de Minnesota, Dean Phillips (5 %), y la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson (3 %).
Este estudio también revela que un 22 % de los votantes se encuentran indecisos, sin saber por quién decantarse o si acudir a votar.
Y es que, a pesar de que las encuestas predicen una victoria de Biden, sus índices de aprobación se sitúan en el 39 %, los más bajos desde el expresidente Jimmy Carter (1977-1981) y, además, la mayoría de votantes creen que el mandatario, de 81 años, tiene una edad demasiado avanzada para competir nuevamente por la Casa Blanca.
El voto afroamericano
Uno de los indicadores clave para medir el entusiasmo que despierta será el nivel de participación de la comunidad afroamericana, que podría jugar un papel decisivo en las elecciones de noviembre.
En 2020, Biden se llevó el 92 % del voto afroamericano a nivel nacional frente al 8 % de Donald Trump; pero una encuesta publicada en noviembre por The New York Times y Siena College mostró que el apoyo al actual presidente podría estar debilitándose, especialmente entre hombres jóvenes afroamericanos, desilusionados con sus políticas y que podrían acabar quedándose en casa.
Ante esos datos, la campaña ha invertido una cantidad significativa de dinero en anuncios televisivos y de radio en ese estado con el objetivo de silenciar las críticas y demostrar que Biden es capaz de movilizar a los votantes afroamericanos no solo en Carolina del Sur, sino en todo el país.
En cualquier caso, a pesar de ser el primer estado, el peso de Carolina del Sur es relativo. En las primarias solo se distribuirán 53 delegados de los 4.532 que, en agosto, participarán en la convención del partido para nominar oficialmente a Biden como el candidato demócrata.
Además, Carolina del Sur no está en juego en las elecciones de noviembre, ya que está considerado como un estado conservador que no ha votado por el candidato presidencial demócrata desde 1976 con Carter.
Beatriz Pascual Macías