Ciudad de México, 2 jun (EFE).- La candidata presidencial del frente opositor Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez, pidió este domingo tras votar en la capital mexicana que la gente “salga sin miedo” pese a la violencia en los comicios.
“Les diría ‘salgan sin miedo’. Ya sabemos que, en algunas partes de Chiapas (estado de la frontera sur), no se van a instalar casillas (centro de votación), lo lamento muchísimo”, declaró a los medios tras votar en la escuela primaria El Chamizal de Ciudad de México después de hacer cola durante prácticamente dos horas.
Delante suyo, en el barrio Reforma Social, ciudadanos esperaban para emitir su voto desde primera hora en las elecciones más grandes de la historia de México y de las que podría salir la primera mujer presidenta.
Gálvez recordó que estos comicios también son ya los más violentos, con al menos 30 aspirantes asesinados y más de 250 homicidios políticos, mientras la coalición Frente y Corazón por México denuncia que el crimen organizado pone en riesgo los votos en casi un 30 % del territorio.
La exsenadora anheló que las elecciones sean en paz, que “no haya ninguna persona más que fallezca” y que “Dios ilumine a los mexicanos”.
“Sí ha sido la elección más violenta en la historia de nuestro país”, lamentó, aunque remarcó que “va a ser un gran día de fiesta” por la “enorme participación”.
También son los comicios más grandes porque más de 98 millones de personas están llamadas a renovar más de 20.000 cargos, incluida la presidencia, los 500 diputados y los 128 senadores.
“Esto hace que nuestra democracia sea fuerte, que los mexicanos tomen la decisión y hoy empieza un nuevo futuro para México”, auguró.
Gálvez fue la última candidata presidencial en votar, pues el primero fue Jorge Álvarez Máynez, del opositor Movimiento Ciudadano (MC) y después la oficialista, Claudia Sheinbaum, quien coincidió en que los mexicanos “no deberían tener miedo, que salgan a votar”.
La abanderada de la coalición del Partido Acción Nacional (PAN), el Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD) llegó arropada por sus hijos y se encontró con medio centenar de simpatizantes, pero también con algunos contrarios a su candidatura.
La opositora, quien se mostró “muy optimista”, ocupaba la segunda posición en las encuestas antes del comienzo de la veda electoral, el jueves pasado.
Su campaña se centró en atacar al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, y en posicionarse como la alternativa a Sheinbaum.
“Ahora sí que quien tiene que decidir es el pueblo. Yo ya hice mi trabajo, dejé el alma en esta campaña”, aseveró Gálvez bajo el sol.