Washington, 7 jun (EFE).- Naomi Biden testificó este viernes en el juicio contra su padre y contó detalles sobre una visita al centro de rehabilitación en el que Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, estaba internado en 2018, en la época en la que compró un arma de fuego pese a ser adicto, algo que no permite la ley.
La nieta mayor del presidente estadounidense entró esta mañana a la corte de Wilmington, Delaware, que está sometiendo a juicio a Hunter Biden por afirmar que no era adicto en el formulario federal para la compra de un arma de fuego en 2018.
El testimonio de Naomi Biden se centró en dos momentos en los que vio a su padre en 2018, en fechas cercanas a la compra del arma. La primera en verano, cuando fue a visitarlo a Los Ángeles a un centro de rehabilitación en el que estaba internado.
En la visita, impulsada por Hunter Biden, Naomi vio a su padre en buenas condiciones: Fue “lo más limpio que lo había visto desde que murió mi tío”, apuntó la nieta del presidente, refiriéndose a su fallecido tío, Beau Biden.
El hijo del presidente falleció en 2015 a causa de un tumor cerebral, un hecho que sumió a Hunter Biden en una profunda depresión y en un abuso incontrolable de sustancias.
Naomi Biden volvió a ver a su padre en Nueva York en octubre, el mes en el que compró el arma, y en aquel momento parecía “esperanzado”, afirmó, en una declaración en la que pudo verse a su padre secándose las lágrimas.
El juicio continuará la semana que viene y no está claro si Hunter Biden subirá al estrado antes de que comiencen los argumentos finales.
El proceso arrancó el pasado lunes y a lo largo de la semana han declarado distintas personas, entre ellas la exesposa de Hunter Biden y una exnovia, quienes hablaron sobre la fuerte adicción y los gastos que tenía el hijo del presidente.
Kathleen Buhle, quien estuvo casada con Biden durante cerca de 25 años y con quien tuvo tres hijas, recordó el impactante momento en que descubrió una pipa de crack usada en un cenicero, en julio de 2015, y la admisión de su entonces marido de ser un adicto.
También detalló que registraba el vehículo de su marido en busca de crack antes de permitir que sus hijas lo usaran para asegurarse de que “no iban en un auto con drogas”.
Los cargos contra Hunter Biden son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) y que el propio exmandatario, futuro candidato republicano para las elecciones de noviembre, ha usado para atacar a su contrincante Biden.
El hijo del presidente tiene pendiente otro juicio en California en el que se le acusa de haber evadido el pago de 1,4 millones de dólares en impuestos.