Detroit (EE.UU.), 17 jun (EFE).- Lara Trump, copresidenta del Comité Nacional Republicano y nuera del expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, quiere ahora fomentar el voto anticipado y por correo que Donald Trump desacreditó en los pasados comicios por facilitar un supuesto fraude que nunca fue probado. Ahora, todas las opciones valen para ganar en noviembre, pero la semilla de la sospecha persiste en sus incondicionales.
Con la inconfundible gorra roja “MAGA” de Donald Trump en la cabeza, Brittney Moxley lo tiene claro. El próximo 5 de noviembre acudirá en persona al colegio electoral para votar al expresidente de Estados Unidos y candidato republicano porque cree que el voto presencial es la única forma de evitar un fraude.
El temor de esta vecina de Detroit, en el estado de Míchigan, un campo de batalla electoral clave para definir al próximo inquilino a la Casa Blanca, es el resultado de años de descrédito propagado por el propio Trump contra el sistema electoral.
El expresidente ha denunciado reiteradamente sin pruebas que el voto por correo es manipulable y que los demócratas lo usaron en 2020 para darle la victoria a Joe Biden. Pero algo está cambiando en las últimas semanas.
Los republicanos cambian de postura
El Partido Republicano está comenzando a alentar a sus seguidores a que utilicen todas los sistemas disponibles para votar el próximo noviembre, incluido el voto anticipado, para asegurar la victoria del magnate neoyorquino frente a Biden.
La encargada de comandar esta nueva estrategia al frente del partido es Lara Trump, nuevo peso fuerte del Partido Republicano y muestra de que la familia Trump controla bien los resortes del movimiento conservador.
“Queremos que votes. Nosotros nos ocuparemos de que ese voto sea contabilizado, pero vota por adelantado, por correo o como sea necesario”, dijo la dirigente el fin de semana en un foro de ultraderecha celebrado en Detroit, en el mismo centro de convenciones donde hace cuatro años se contaron los votos del condado y un grupo de trumpistas protestó denunciando un falso fraude electoral.
Aunque Trump sigue desconfiando en público del voto por correo, señaló recientemente su cambio de postura al decir en su red social Truth que “tanto el voto anticipado como el voto el mismo día de las elecciones son buenas opciones”.
El Partido Demócrata y el Republicano tenían posturas similares sobre el voto anticipado hasta que meses antes de las elecciones de 2020, cuando se preveía un gran incremento del voto por correo debido a la pandemia de covid-19, Trump comenzó a desacreditar este sistema.
Sus asesores han estado convenciendo a Trump de que se debe promover el voto anticipado para evitar concentrarlo todo el día de las elecciones y jugársela a que un imprevisto, como el mal clima o las largas colas, desincentiven a sus votantes en los estados decisivos.
En Míchigan hay mucha atención puesta porque Trump ganó en 2016 a la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton, por solo 10.000 votos, pero en 2020 perdió contra Biden por 154.000.
¿Qué dicen sus votantes?
El nuevo mensaje del Partido Republicano parece calar entre algunos seguidores de Trump, como Sandy Jarvis, una jubilada de Carolina del Norte que viajó a Detroit para ver al expresidente en un mitin.
“Jugaremos al juego de los demócratas. Apoyaremos el voto anticipado, pero cuando ganemos, creo que tenemos que volver a la votación en persona, con papel y sin máquinas electrónicas”, cuenta a EFE.
La nueva postura del partido no significa que los republicanos den por enterrado el fantasma del fraude electoral. La propia Lara Trump acaba de presentar también en Míchigan una campaña para reclutar a 100.000 observadores electorales que se encargarán de “proteger los votos” en los estados decisivos.
Según los demócratas, no es más que una estrategia para intimidar a los funcionarios electorales y a los votantes en los colegios.
Dwayne Swingle, un fanático de Trump que lo persigue a todas partes disfrazado de Tío Sam, afirma a EFE que el republicano “dice la verdad” cuando denuncia un fraude electoral.
No lo ve igual Damont Bellingeer, quien acude a una iglesia afroamericana de Detroit donde este fin de semana Trump pidió el voto negro: “El sistema funciona. Lo que tenemos que hacer como republicanos es salir a votar por Trump. Los votos se van a contar y se contarán correctamente”, sentencia.