Washington, 18 jun (EFE).- Las ventas minoristas en Estados Unidos subieron solo un 0,1% en mayo, una recuperación con respecto a la caída del 0,2% de abril, pero por debajo de las expectativas, mientras que la producción industrial aumentó al ritmo más alto en 10 meses debido al empuje de los artículos de consumo, una muestra más del complejo entorno que maneja la Fed para justificar una primera bajada de tipos de interés este año.
Las altas tasas de interés, que se mantienen en la máximos del 5,25%-5,50% y la inflación siguen lastrando el gasto de los consumidores, según muestran los datos difundidos este martes por el Departamento de Comercio.
En mayo, la mayor caída fue la de las estaciones de servicio, con un 2,2% de ventas menos que en abril, mientras que las ventas de muebles cayó un 1,1%.
Liderando el incremento de ventas con un 2,8% más que en abril estuvieron las tiendas de artículos deportivos y de ocio, mientras que las de ropa vieron una subida del 0,9%.
Después de una débil subida del Producto Interior Bruto (PIB) del 1,3% durante el primer trimestre en Estados Unidos, los datos del segundo no muestran de momento una recuperación mayor.
Este martes también se dieron a conocer los últimos datos de la producción industrial, que subió el 0,9% en mayo y 0,4% en los últimos doce meses, según informó la Reserva Federal (Fed).
El aumento de mayo con respecto a abril es el más fuerte de los últimos 10 meses y estuvo apoyado por la producción de bienes de consumo, que aumentaron un 1,3%.
La utilización de la capacidad industrial, que mide el porcentaje de recursos usados por las empresas y fábricas sobre la base de todas las plantas de producción disponibles en el país, se ubicó en el 78,7%, medio punto más que en abril y un 1,4% más en términos interanuales.
La producción manufacturera, que representa el 77,1% de la producción total, subió en mayo un 0,5% y un 1,4% en el último año.
La producción minera subió un 0,2%, mientras que la producción de servicios públicos creció un 0,9%.
En términos interanuales la producción minera cae un 0,5%, mientras que la producción de servicios públicos sube un 3,5%.
