Washington, 27 jun (EFE).- El Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió este jueves permitir temporalmente los abortos en emergencias médicas en el estado de Idaho para proteger la vida y la salud de la madre.
La Corte suprema, de mayoría conservadora, desestimó formalmente una apelación sobre la estricta prohibición del aborto en Idaho por 6 votos contra 3, aunque no se consideraron las cuestiones centrales del caso.
El documento se publicó un día después de que fuera colgado brevemente por error en la página web del Supremo y publicado por una agencia de noticias.
La decisión restablece, por lo tanto, un fallo de un tribunal inferior que permitió temporalmente a los hospitales del estado realizar abortos de emergencia en hospitales si era necesario para proteger la salud de la madre, mientras el caso avanza en los tribunales inferiores.
Tres de los conservadores de la corte (el presidente John Roberts y Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett) se pusieron del lado de los tres liberales (Elena Kagan, Sonia Sotomayor y Ketanji Brown Jackson) al desestimar la apelación de Idaho.
Disintieron los jueces Samuel Alito, Neil Gorsuch y Clarence Thomas.
El caso se centran en si una ley federal destinada a garantizar atención de emergencia para cualquier paciente -la Ley de Tratamiento Médico y Trabajo de Urgencia (EMTALA)- reemplaza la prohibición del aborto en Idaho, una de las más estrictas del país.
Esta ha sido la primera vez que el máximo tribunal ha estudiado las restricciones estatales al aborto que llegaron después de que el propio TS eliminara hace dos años la doctrina Roe vs Wade que había protegido a nivel nacional el derecho al aborto.
Esta tímida victoria para los defensores del aborto se suma a la lograda tras la decisión del TS de rechazar una impugnación de la aprobación de la píldora abortiva, el método más utilizado para abortar hoy en día en Estados Unidos.
En aquella ocasión, nuevamente, el máximo tribunal no se pronunció sobre el fondo del caso.
Tras conocerse la decisión, el presidente Joe Biden recordó en un comunicado que solo tiene vigencia “mientras este caso regresa a los tribunales inferiores”.
“A ninguna mujer se le debe negar atención, obligarla a esperar hasta que esté al borde de la muerte u obligarla a huir de su estado de origen sólo para recibir la atención médica que necesita. Esto nunca debería suceder en Estados Unidos”, pero “es exactamente lo que está sucediendo en estados de todo el país desde que la Corte Suprema anuló Roe v. Wade”, afirmó.
Según Biden, quien esta noche se enfrenta en el primer debate de la carrera a la Casa Blanca contra Donald Trump, los médicos “deberían poder ejercer la medicina” y “los pacientes deberían poder recibir la atención que necesitan”.
“Continuaremos luchando por el derecho de la mujer a tomar decisiones de atención médica profundamente personales y y continuaremos luchando para restaurar las protecciones de Roe v. Wade en la ley federal, para todas las mujeres en todos los estados del país”, afirmó.
Desde que en junio de 2022 el máximo tribunal estadounidense, de mayoría conservadora, eliminó la protección federal al aborto al anular el fallo ‘Roe contra Wade’, decenas de estados -Idaho entre ellos- han llevado a cabo un ataque frontal contra los derechos de las mujeres al implementar restrictivas leyes contra el aborto.
Ese mismo año, la Administración del actual presidente estadounidense, Joe Biden, demandó al estado de Idaho alegando que las restricciones a este procedimiento están reguladas en parte por la ley federal y no se pueden interponer cuando se trata de salvar la vida a las embarazadas.
Para defender esta postura, se invocó la Ley de Tratamiento Médico y Trabajo de Urgencia (EMTALA), de 40 años de antigüedad, que obliga a los hospitales que reciben fondos federales a prestar atención médica de emergencia a cualquier persona, también por cuestiones reproductivas.
En opinión de la vicepresidenta de derechos reproductivos y salud del Centro Nacional de Derecho de la Mujer, Gretchen Borchelt, “la Corte Suprema no merece ningún crédito por esta decisión”.
“Este es el mínimo indispensable que merecen las personas embarazadas y los proveedores en Idaho”, afirmó en un comunicado.
“En lugar de emitir una decisión que reafirmaría inequívocamente que la atención del aborto de emergencia está protegida por una ley federal de larga data, el Tribunal descartó esta cuestión, abriendo la posibilidad de que en el futuro se niegue a más personas embarazadas atención que les salve la vida y la salud”, agregó.