Washington, 9 jul (EFE).- El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, afirmó este martes que está “muy cerca” de cerrarse un acuerdo sobre la nueva regulación sobre depósitos bancarios que lleva meses elaborándose para reforzar la seguridad, tras las quiebras de entidades como el Silicon Valley Bank.
“Me complace decir que hemos avanzado bastante al respecto y estamos muy cerca de llegar a un acuerdo sobre el contenido de esos cambios”, apuntó Powell, en una comparecencia en el comité bancario del Senado.
El presidente del regulador precisó que no podía ser “más específico”, ya que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”, aunque se atrevió a estimar que la norma podía entrar en funcionamiento “a comienzos del año que viene”.
En los últimos meses, añadió, el vicepresidente de Supervisión de la Fed, Michael S. Barr, ha mantenido una serie de conversaciones con otras agencias reguladoras bancarias sobre posibles cambios a la propuesta original.
En agosto del año pasado la Fed, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos y la Oficina del Contralor de la Moneda invitaron a enviar comentarios sobre esta propuesta para exigir a los grandes bancos que emitan y mantengan una cantidad mínima de deuda a largo plazo.
Según fuentes familiarizadas con la negociación citadas por medios como The Wall Street Journal (WSJ), el lobby bancario promueve un plan que limitará significativamente (a la mitad, aproximadamente) el aumento de capital obligatorio de casi 20 % para los bancos más grandes de Estados Unidos que proponía originalmente la Fed.
La banca ha criticado en los últimos meses reglas de capital más estrictas ya que aumentarían los costos y obstaculizarían los préstamos, en un momento en el que los tipos de interés están en máximos históricos por las subidas llevadas a cabo por la Fed para bajar los precios.
Este nuevo marco regulatorio busca endurecer lo acordado por el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea después de la crisis financiera de 2007-2009.
El objetivo de dichas medidas es reforzar la regulación, la supervisión y la gestión del riesgo de los bancos.
Los cambios que se proponen afectarían sobre todo a los bancos medianos con activos entre 100.000 millones y 250.000 millones de dólares, una decisión que llegó a raíz de la quiebra el año pasado de varios bancos medianos como el Silicon Valley Bank (SVB).