Ciudad de México, 25 jul (EFE).- Enfermedades neurológicas como la epilepsia afectan a 4 millones de personas en Latinoamérica y a más de dos millones de pacientes en México, pero la mayoría no tienen un buen diagnóstico ni reciben un tratamiento adecuado, señaló este jueves un especialista.
En conferencia de prensa Paul Shkurovich Bialik, médico neurólogo de la Clínica de Epilepsia del Centro Médico ABC, explicó que la falta de diagnóstico y tratamiento se da generalmente por rezagos en el conocimiento de la enfermedad o por falta de recursos médicos-tecnológicos.
Esto, dijo el experto, afecta la salud de los pacientes y la posibilidad de tener una mejor calidad de vida.
En el marco de la Semana mundial del Cuidado del Cerebro, Shkurovich explicó que la epilepsia es una condición de magnitudes epidémicas, pues afecta a entre 50 y 65 millones de personas en todo el mundo, de las cuales se estima que tres cuartas partes no reciben el tratamiento o manejo adecuado para su control.
Además, anualmente se generan más de cinco millones de nuevos casos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). México, indicó el especialista, se encuentra entre las regiones con mayor prevalencia de esta enfermedad a nivel mundial.
La epilepsia, abundó, es una enfermedad cerebral crónica no transmisible que se caracteriza por descargas eléctricas excesivas en las células cerebrales, lo que se conoce como convulsiones, las cuales ocurren de manera recurrente.
Estas convulsiones se manifiestan en episodios breves de movimiento involuntario, que pueden involucrar una parte del cuerpo o su totalidad, así como estar o no acompañadas de cambios en la conciencia o pérdida de la misma.
“Los síntomas de las crisis habitualmente dependen de la región cerebral donde se presentan las alteraciones eléctricas y químicas”, detalló.
Aseveró que alrededor de la mitad de los casos no tienen una causa conocida, pero se han detectado situaciones estructurales, genéticas, infecciosas, metabólicas e inmunológicas, daño cerebral por causas prenatales, malformaciones congénitas, golpes, accidentes cerebrovasculares, entre otras causas.
También dijo que, aunque es muy frecuente que las personas relacionan las crisis de epilepsias por convulsiones, específicamente con movimientos corporales involuntarios, la realidad es que existen otras manifestaciones que son más sutiles.
Entre ellas están los periodos de ausencia, en los cuales la persona deja de interactuar o responder por algunos segundos, “también pueden presentarse acciones más complejas como la presencia de alucinaciones, cambios en el pensamiento, o hasta la producción de ruidos como gemidos o gritos”, precisó.
Asimismo, indicó que a través de un diagnóstico correcto y un manejo terapéutico adecuado, hasta el 70% de los pacientes podrían lograr tener una vida libre de convulsiones.
Detalló que siete de cada 10 pacientes pueden controlarse con la administración de terapia farmacológica, aunque hay la posibilidad de que exista resistencia a los medicamentos, para quienes la estereo electroencefalografía, que consiste en colocar electrodos dentro del cerebro y en la corteza cerebral.
Esto con el objetivo de monitorizar la actividad eléctrica que genera las convulsiones, lo cual ayuda a determinar su ubicación de manera precisa y mediante la ablación por radiofrecuencia se logra anular esta reacción, dando óptimos resultados, enfatizó.