Los Ángeles (EE.UU.), 18 ago (EFE).- La actriz estadounidense Elizabeth Banks y el mexicano Luis Gerardo Méndez se enzarzan por hacerse con la corona de la belleza en ‘Skincare’, un suspense inspirado en una historia real arraigada en Los Ángeles que aterriza en la gran pantalla.
“Es un thriller muy interesante sobre lo que estamos dispuestos a hacer para tener lo que queremos y para seguir siendo relevantes”, explica en una entrevista con EFE el intérprete de ‘Murder Mystery’ (‘Misterio a bordo’) o de la película mexicana ‘Nosotros, los Nobles’.
La historia sigue el éxito de Hope Goldman, interpretada por Banks, una mujer narcisista que regenta el negocio de cuidado de la piel más famoso de Los Ángeles hasta que un día Ángel Vergara (Méndez), otro esteticista, abre una boutique al otro lado de la calle.
Desde la llegada de Ángel, que dispone en su tienda de una tecnología revolucionaria procedente de la NASA, el monopolio de Hope empieza a tambalear. Sospechando ser víctima de un sabotaje, junto a su amigo Jordan (Lewis Pullman), la protagonista intentará descubrir quién y por qué está tratando de arruinar su reputación.
Aunque se presenta como una personaje determinado y de carácter fuerte, Hope es también una mujer “vulnerable y desesperada” que está envejeciendo “frente a una industria que valora la juventud y la belleza” como es la de Hollywood, indica a EFE Banks (‘Hunger Games’).
“Te das cuenta a lo largo de la película de que probablemente (Hope) es capaz de cualquier cosa porque ha construido algo por sí misma y no tiene nada más en su mundo que le importe. Entonces luchará como el demonio para aferrarse a eso en un mundo que la está arrollando”, agrega la actriz estadounidense.
¿Hasta qué punto la belleza es un salvavidas?
Dirigida por Austin Peters, la cinta gira en torno al poder de la belleza y el peligro de las tecnologías una vez Hope comienza a darse cuenta de que alguien jaquea su correo electrónico y filtra imágenes suyas en una página web.
Pero para librarse de todos estos peligros que afronta tras la irrupción de Ángel en su vida, la protagonista se refugia en algunos amigos, a los que seduce para que le ayuden, y que a cambio imploran por favores sexuales.
“Las mujeres tienen muy pocos caminos hacia el poder y su juventud, su belleza y su sexualidad ciertamente han sido históricamente uno de ellos”, por lo que no es de extrañar que Hope emplee “su belleza y su sexualidad a su favor para conseguir algunas cosas, para negociar con ellas”, dice Banks.
Hope además se aferra a su emporio en un contexto muy específico: Hollywood, “donde la juventud y la belleza son un premio, lo máximo de todo”, remarca la actriz.
“Se trata realmente de alguien que creo que siente su edad en todos los aspectos de su vida diaria y ha construido algo basado en una imagen que se va a desvanecer, porque todos envejecemos y todos nos marchitamos, y la belleza se desvanece y desaparece. No hay tiempo que pueda vencer”, añade.
El equilibro entre la salud mental y las ambiciones
La manera en la que Ángel es percibido por Hope “es terrible”, ya que lo ve como “una amenaza cuando él solamente está tratando de hacer su trabajo”, comenta el actor mexicano.
Este punto, a su juicio, refleja “lo que pasa hoy en Estados Unidos y en el mundo en general, cómo nos relacionamos con lo diferente”.
‘Skincare’ también incide en “cómo encontramos un balance entre nuestra salud mental y nuestras ambiciones”, ya que el estar dispuesto a todo para lograr lo que se quiere “nunca termina muy bien”, sentencia Méndez.
Esta “carta de amor a Los Ángeles”, como define el actor mexicano a esta película, encontró vagamente su inspiración en una esteticista de celebridades acusada hace una década de ordenar el asesinato de un gurú de la belleza rival.