Miami, 12 sep (EFE).- Partes de Luisiana amanecieron este jueves inundadas y muchas viviendas y oficinas sin energía a causa de Francine, que tras tocar tierra el miércoles en este estado avanza hoy por el sureste de EE.UU. aunque debilitada a depresión tropical.
Los residentes de la pintoresca ciudad de Nueva Orleans bregan hoy con calles inundadas y los efectos de desbordados canales de drenaje, tras recibir en cuestión de horas hasta 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvias que obligaron al rescate de personas desde viviendas anegadas de agua en esta ciudad y alrededores.
La oficina del alguacil del municipio de Lafourche, al sur de Nueva Orleans, dio a conocer que la noche del miércoles fueron rescatadas 26 personas, incluidos menores de edad, que se hallaban atrapadas en viviendas inundadas. Los damnificados fueron trasladados luego a refugios de emergencia.
Las autoridades estatales efectúan hoy la limpieza de carreteras y calles que han quedado intransitables a causa de la caída de árboles y postes de tendido eléctrico a causa de Francine, que tocó tierra como un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson (de un máximo de 5), con vientos de 155 kilómetros por hora.
Pete Dufresne, el presidente del municipio de St. James, a unos 80 kilómetros al oeste de Nueva Orleans, dio a conocer que un trecho de la carretera interestatal 20, que conecta con el vecino municipio de Lafourche, se mantiene inundado. El funcionario agregó que los hospitales locales están operando con generadores eléctricos.
A mediodía de este jueves, más de 350.000 viviendas y oficinas de Luisiana (400.000 si se añade Misisipi y Alabama) se hallaban todavía sin energía, mientras que varias escuelas, universidades y oficinas públicas se mantienen cerradas.
El miércoles fueron cancelados todos los vuelos que llegaban o partían del aeropuerto internacional de Nueva Orleans, donde no se registraron “daños significativos” en sus terminales y se retomarán las operaciones de forma paulatina en el transcurso de esta mañana, informó el aeródromo.
En varias localidades de Luisiana se decretaron toques de queda, los cuales se prevé sean descontinuados en el transcurso de hoy, y se pidió a la población que se mantenga a buen recaudo. Los socorristas solicitaron a los residentes afectados que no salgan de sus viviendas y esperen a ser rescatados.
Como muestran medios locales, los fuertes vientos del ciclón arrancaron tejados y dañaron viviendas en las áreas directamente impactadas, incluido el municipio de St. Marys, donde las autoridades además dan cuenta de inundaciones más allá de lo previsto.
Francine arrojará fuertes lluvias en Misisipi y Alabama
Francine tocó tierra la tarde del miércoles en la localidad de Terrebonne, en el sureste de Luisiana, tras lo cual avanzó tierra adentro y empezó a debilitarse hasta convertirse la mañana de hoy en una depresión tropical, con vientos sostenidos de 55 kilómetros por hora.
L
as autoridades alertan que si bien han disminuidos la fuerza de los vientos de Francine, que a mediodía de hoy se hallaba sobre el centro de Misisipi, el ciclón todavía carga el potencial de fuertes precipitaciones y la amenaza de tornados.
En partes de Misisipi, Alabama y hasta el noroeste de Florida, la zona conocida como el Panhandle, pueden registrarse hasta unos 20 centímetros (8 pulgadas) de lluvias entre hoy y el viernes, de acuerdo al Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EE.UU.
Asimismo, los meteorológos emitieron advertencias sobre posibles tornados en especial en la citada zona de Florida y en el norte y centro de Alabama.
Francine avanza hoy a 22 kilómetros por hora rumbo al norte y el NHC pronostica que el viernes llegue a Arkansas.
Es el cuarto huracán que se ha formado en la actual temporada atlántica -que comenzó el pasado 1 de junio y terminará el 30 de noviembre- después de Beryl, Debby y Ernesto.
Es además el segundo que impacta el territorio estadounidense, tras Beryl, que alcanzó rápidamente la categoría 5, produjo muerte y destrucción en el país y el Caribe.
Se prevé que esta temporada de huracanes en el Atlántico sea una de las más activas e intensas en décadas, con la formación de hasta 25 tormentas y 13 huracanes.