Toronto (Canadá), 29 oct (EFE).- Canadá debe castigar penalmente el creciente negacionismo que rechaza los abusos que durante generaciones sufrieron los niños indígenas en las escuelas residenciales del país, y donde murieron miles de menores, según un informe que se dio a conocer este martes.
El documento “Defendiendo Obligaciones Sagradas: Reparaciones para Niños Indígenas Desaparecidos y No Localizados y Tumbas sin Marcar en Canadá” incluye 42 recomendaciones “legales, morales y éticas” para el Gobierno canadiense.
Tras su publicación, el ministro de Justicia de Canadá, Arif Virani, declaró que el Ejecutivo estudiará las conclusiones y recomendaciones antes de adoptar medidas.
En 2022 el Gobierno canadiense nombró a Kimberly Murray para que realizase un informe que propusiese medidas que “aseguran el respeto y el tratamiento culturalmente apropiado de tumbas sin marcar y enterramientos de niños asociados con las antiguas escuelas residenciales”.
El nombramiento de Murray y su informe son fruto del descubrimiento en 2021 de 215 posibles tumbas sin marcar en los terrenos de una antigua residencia escolar en la que niños indígenas fueron internados forzosamente durante más de un siglo.
El descubrimiento de las posibles tumbas por parte de los indígenas tk’emlúps te secwépemc, un grupo de la provincia de la Columbia Británica, fue el primero de similares hallazgos en todo el país.
Hasta ahora se han identificado cerca de 2.000 posibles tumbas en los terrenos de antiguas residencias escolares, que eran internados creados por Canadá a finales del siglo XIX y gestionados en su mayor parte por órdenes religiosas cristianas para asimilar a la población indígena.
En esos centros, por donde pasaron unas 150.000 personas, los niños sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales. Oficialmente unos 4.100 niños murieron durante su internamiento, aunque Murray y otros investigadores han señalado que la cifra real es mucho mayor.
En 2022, el papa Francisco viajó a Canadá para disculparse por el papel de la Iglesia católica en los internados.
El Gobierno canadiense se había disculpado cinco años antes por el establecimiento de las residencias escolares y el tratamiento sufrido por los indígenas, pero hasta ahora se ha negado a proporcionar registros demandados por los indígenas canadienses para entender totalmente lo sucedido