Washington, 25 mar (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, defendió su política migratoria este jueves y criticó que México se está negando a acoger a las familias migrantes que EE.UU. deporta por haber cruzado irregularmente la frontera, acogiéndose a una norma implementada por el anterior mandatario, Donald Trump.
“Estamos negociando con el presidente de México, creo que vamos a ver un cambio, todos (los migrantes indocumentados) deberían poder ser devueltos”, afirmó Biden durante la primera rueda de prensa diaria de su mandato, buena parte de la cual estuvo dedicada a la inmigración.
Sobre la crisis migratoria que afronta el país por la llegada de menores, el mandatario dijo que “nada ha cambiado” en la frontera con México.
A su juicio, el aumento de la inmigración y de los menores que llegan solos “pasa todos los años” a la vez que criticó con dureza a su predecesor.
“(Trump) Desmanteló todos los elementos existentes para tratar con lo que ha sido y sigue siendo un problema por un largo tiempo”, remarcó Biden, quien aseguró que lo que su Gobierno está haciendo ahora es “reconstruir” el sistema para que se pueda adaptar a lo que está sucediendo ahora.
Por otro lado, Biden fue contundente al ser preguntado sobre su decisión, nada más llegar a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, de retirar algunas de las estrictas normas aplicadas por Trump para frenar la inmigración.
“No me disculparé por eso, por finalizar programas que no existían antes de que Trump fuese presidente y que han tenido un impacto increíblemente negativo”, tanto en la ley de EE.UU. y en la normativa internacional como en la “dignidad humana”, replicó en tono desafiante.
Por último, eludió comentar si tiene intención de visitar la frontera, y en este punto aseguró que no quiere ser “el centro de atención”.
Biden designó esta semana a su vicepresidenta, Kamala Harris, como la encargada de liderar la misión de frenar la migración irregular desde Centroamérica y la coordinación con El Salvador, Honduras y Guatemala para combatir los problemas de violencia y corrupción que provocan la huida de sus ciudadanos hacia el norte.
La migración irregular de Centroamérica a EE.UU. ha crecido en los últimos meses y ha colapsado el sistema de acogida, lo que ha provocado críticas hacia su Administración.
Gran parte de las críticas se han centrado en la situación de los menores que han cruzado la frontera en las últimas semanas y que han tenido que quedarse más tiempo del permitido por la ley en centros de Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) que están diseñados para adultos, no para niños o adolescentes.
Según fuentes gubernamentales citadas por los medios, la CBP tiene bajo su custodia alrededor de 5.000 menores de edad, mientras que los albergues del Departamento de Salud acogen actualmente a unos 15.000 niños y adolescentes que han cruzado la frontera sin la compañía de sus padres o un tutor legal.