Miami, 27 abr (EFE).- El estrés de la pandemia ha llevado a las mujeres latinas y afroamericanas a preocuparse más de su bienestar interior y menos de su apariencia física, un cambio de prioridades que puede sobrevivir a la covid-19 y se refleja, por ejemplo, en un “boom” de las canas.
“No es que se hayan descuidado, es que antes le ponían más prioridad a verse bien físicamente y ahora la prioridad es hacia lo interior”, dice a Efe la médica mexicana Gabriela Romo, especialista en salud mental y problemas sistémicos de la comunidad latina e inmigrantes de ese origen, a propósito de un estudio sobre ese asunto de la Asociación Estadounidense de Personas Retiradas (AARP).
En la última encuesta “Mirror/Mirror: Women’s Reflections on Beauty, Age, and Media” (Espejo/espejo: reflexiones de la mujer sobre la belleza, la edad y los medios de comunicación) de AARP, participaron un total de 4.851 mujeres mayores de 18 años.
Los resultados se van a publicar de manera digital en la revista femenina “Allure”, aunque ya se han dado a conocer algunos datos como que el 63 % de las mujeres latinas y afrodescendientes mayores de 50 años dice estar enfocada en el equilibrio interior en vez de estar tan pendientes del espejo como antes de la covid-19.
DE LA PESTAÑA MÁS LARGA AL AUTOCUIDADO
“En vez de buscar como hacer el ojo más alargado o la pestaña más larga, buscan su salud mental, su paz interna”, dice Romo para explicar de una manera simple lo que está cambiando en ese terreno.
Uno de las cosas “bien interesantes” en este estudio, dice Romo, es que las mujeres latinas en este país se sienten ahora mucho más cómodas con una “apariencia natural” y a una parte de ellas les gustaría que la relajación de los estándares de apariencia física continuase después de la pandemia.
Sin discriminar por grupos de edad entre las mujeres adultas, un 61% de las latinas y un 60% de las afroamericanas dan una prioridad mayor al autocuidado y el bienestar mental.
Romo, que conduce un programa de radio semanal titulado “Hablando de Salud Mental” y es invitada habitual de Univisión, Telemundo y NTN24, considera que ese cambio es una respuesta al impacto desproporcionado que ha tenido la pandemia en las comunidades latinas y afroamericanas y al alto nivel de estrés que la situación ha generado a sus mujeres.
La preocupación les ha pasado factura en el sueño, el peso y la abundancia y densidad del cabello, entre otros efectos físicos.
Desde el comienzo de la pandemia, que llegó al país a comienzos de 2020, el 67% de las mujeres latinas y el 56% de las mujeres afroamericanas mayores de 18 años han experimentado problemas para dormir y un 74% de las primeras y un 67% de las segundas han tenido problemas de alimentación o peso corporal.
Un 29% de las latinas de 50 años en adelante, cuya cultura da gran importancia al cabello, dice haber sufrido pérdida o escasez de cabello y un 27% ha experimentado rechinar de dientes o apretado la mandíbula como consecuencia del estrés.
LA MUJER LATINA, UNA CEO HOGAREÑA
“Si bien la pandemia de la covid-19 ha impactado a todos, ha tenido un efecto particularmente profundo en las mujeres, quienes han experimentado pérdidas laborales desproporcionadas, un aumento en las responsabilidades del cuidado de los niños y dificultades emocionales”, asegura el estudio.
En el caso de las latinas, dice Yvette Peña, vicepresidenta de Liderazgo Multicultural de AARP para audiencias hispanas y latinas, son “directoras ejecutivas de su hogar multigeneracional” y como tales tienen grandes responsabilidades.
“Son las que se ocupan del cuidado, tal vez del aprendizaje virtual de sus hijos y de asegurarse de que haya internet de banda ancha para la familia. Dejan de lado todas las cosas materiales y se concentran en el bienestar para poder hacerse cargo del cuidado de su familia”, agrega Peña.
Por si esto fuera poco, agrega, “las latinas siempre están bien arregladas. Siempre se arreglan el cabello y se maquillan, y parecen siempre jóvenes”.
Entre las cosas que la pandemia ha traído desde el punto de vista del cuidado físico está la tendencia a no teñirse las canas y dejarse el pelo al natural, sobre todo, por razones obvias, entre las mujeres de la Generación X y las “Baby boomers”, de 50 años para arriba, dice Romo a una pregunta de Efe.
El estudio también muestra que hay una porción de las mujeres latinas que no encuentra en las grandes marcas de belleza del país productos para su tipo de piel o cabello y muchas de ellas vuelven sus ojos a YouTube en busca de soluciones caseras, dice Romo.
ATERRIZAJE EN EL AUTOCUIDADO
La doctora, que reside en los Estados Unidos desde hace doce años, considera que el autocuidado de la salud mental es “un reto” y “para aterrizar de manera concreta” en ese terreno recomienda a las mujeres hispanas consultar las herramientas, recursos y consejos que AARP tiene en su web en la sección “bienestar latino”.
Asegura que una de las cosas más importantes es “reconocer y saber cuando no estamos bien”. Hay que identificar las señales del estrés, como no dormir bien o comer de más, y preocuparse si uno está sin energía para hacer nada y no quiere ver a nadie.
Romo insta a hacer un esfuerzo para buscar y regresar al “verdadero yo” de una persona, el anterior a la pandemia y al encierro.
Hacer ejercicio, comer saludable y establecer rutinas para no caer en el desorden son siempre aconsejables.