San Salvador, 19 sep (EFE).- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, acusó este domingo a supuestos opositores de cometer “actos de terrorismo” en Estados Unidos después de que desconocidos habrían quemado un vehículo del consulado salvadoreño en Nueva York.
“Estos son actos de terrorismo. Están desesperados por recuperar el poder y no les importa lo que tengan que hacer para lograrlo”, publicó Bukele en su cuenta de Twitter, sin compartir pruebas que señalen directamente a la oposición.
«No queda duda que son lo peor que le ha pasado a nuestro país» y «lastimosamente, no se irán tan fácil. Ya demostraron que están dispuestos a todo», añadió.
Este mensaje fue en respuesta a un trino de Wendy Clavijo, secretaria de Salvadoreños en el Exterior del partido oficialista Nuevas Ideas (NI), quien afirmó que «supuestos simpatizantes» de los partido salvadoreños de oposición Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) «han ido al consulado de Long Island en NY (Nueva York) hacer actos de vandalismo».
«Quemaron propiedad privada, vehículo que utilizaban para hacer consulados móvil», indicó.
La Cancillería salvadoreña informó en un comunicado que pedirá a las autoridades estadounidenses que se refuerce la seguridad en las sedes diplomáticas salvadoreñas en su territorio.
El pasado 15 de septiembre, miles de salvadoreños protestaron en las calles contra el Gobierno de Bukele por diversas decisiones, como la adopción del bitcóin como moneda legal y lo que diversos sectores consideran una deriva «autoritaria».
«¡No a la reelección presidencial, no al bitcóin, no a la militarización, no a la dictadura!» y «sin independencia judicial no hay garantías para la defensa de los derechos humanos», eran los mensajes de algunas de las pancartas portadas por los manifestantes.
El mandatario acusó a la comunidad internacional de financiar a la oposición en un mensaje a la nación por cadena nacional de radio y televisión.
En esa ocasión se llamó por primera vez en público «terroristas» a sus críticos, aunque en discursos anteriores ha hecho referencia a ellos como «enemigos internos».