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November 14, 2024

Un proyecto de ley demócrata responde a la orden de Biden con su foco en países de origen

Imagen de archivo del congresista por el distrito 35 de Texas, Greg Casar. EFE/Lenin Nolly

Washington, 4 jun (EFE).- El legislador demócrata estadounidense Greg Casar, representante del estado fronterizo de Texas, anunció este martes un proyecto de ley que pone su foco en los países de origen para reducir la necesidad de emigrar y que aspira a ser un contrapeso a la orden restrictiva recién firmada por el presidente, Joe Biden.

Junto a la también progresista Pramila Jayapal, miembro como él de la Cámara de Representantes, ese proyecto aspira a abordar las raíces de la emigración forzada, en lugar de penalizar a quienes ya han llegado a la frontera.

Su iniciativa todavía se está perfilando y tendría después que comenzar todo el trámite parlamentario para llegar a salir adelante en la Cámara Baja, donde los republicanos tienen la mayoría.

El objetivo, rebajar la cifra de personas que necesitan buscar refugio en Estados Unidos sin poner en peligro el actual sistema de asilo.

Ese proyecto quiere cambiar la política estadounidense de sanciones, que en opinión de Casar “causa más pobreza y caos en Latinoamérica”. También aborda la cooperación regional, las inversiones en esa parte del continente o las causas de la violencia.

“La migración no empieza en la frontera de Estados Unidos, empieza en la fuente, en particular en Latinoamérica. Entonces tenemos que cambiar nuestras políticas ahí si queremos mejorar la situación migratoria”, dijo el legislador en declaraciones a EFE.

El congresista hizo pública su iniciativa en una conferencia de prensa a los pies del Capitolio y junto a organizaciones de derechos humanos que se han posicionado en contra de la orden ejecutiva firmada hoy mismo por Biden.

La orden, que entró en vigor de manera inmediata, permitirá a las autoridades deportar a quienes no cumplan unos estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2.500 detenciones diarias en la frontera durante un promedio de siete días, algo que en base a las últimas cifras está por debajo del flujo de cruces diarios actual.