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August 20, 2025

Líderes y chamanes de México

Texto y fotos: Julie Sopetrán

Modesta Lavana líder curandera de Morelos

Conocí a varios chamanes en los caminos mexicanos. Las comunidades son las que  nombran a ciertas personas para ejercer el chamanismo. Porque nadie es chamán porque quiera serlo, esa autoridad se la otorga el pueblo desde tiempos ancestrales, el pueblo o la divinidad a través de la naturaleza. ¿Se les toma en serio a los chamanes? ¿Curan?

Según el diccionario de nuestra lengua, el chamán es “Hombre que, en algunas culturas, se considera que tiene el poder de comunicar con los dioses o curar enfermedades usando sus poderes mágicos, hierbas y productos naturales. Aunque también la palabra dicen que proviene del vocablo siberiano shaman que reúne en la identidad de hombre-dios-medicina. Xaman, con su raíz scha, procede de saber, “alguien que sabe, sabedor, persona sabia”. Para curar sólo se necesita mucha fe, ungüentos, aceites, ventosas, cremas, compuestos, pomadas, hierbas y ese conocimiento ¿intuitivo? que se precisa para saber lo que se receta y lo que se hace con el paciente, a veces atrocidades.

Grupo de sanadores, Morelo

He conocido hombres y también mujeres con estos poderes que son muy respetados y queridos en las comunidades indígenas, dicen que las mujeres adquieren el poder después de la menopausia. En algunos lugares de montaña, en Morelos, el hombre adquiere sus poderes si sobrevive a un rayo, por este hecho, la comunidad, a esa persona, la convierte en chamán.

Me quedé con ganas de entrevistar a la famosa curandera y herbolaria María Sabina, de Huautla  y saber de sus curaciones mazatecas con los hongos sagrados en Oaxaca.

Me pregunto: ¿Qué hay de verdad y de mentira en estas prácticas? ¿Son el producto de  la ignorancia y el abandono convertido en superstición o es realmente producto de la sabiduría ancestral?

Existen también las técnicas para meditar de muchos chamanes, como son la meditación Yaqui, la Olmeca, la de Doña Pachita muy conocida por sus curaciones, que se sentaba a meditar frente a su altar y cuando escuchaba un zumbido en su oído, entonces cambiaba de estado y su trance le permitía realizar operaciones quirúrgicas, por ejemplo…

María Sabina – Mujer espíritu. (Foto de internet)

Doña Josefina, que se puede pasar días y días sin dormir recorriendo lugares desconocidos por el universo, famosos son sus viajes astrales que le sirven para curar a los que a ella van a consultarla.

Don Lucio de Morelos, que se conecta con el mundo invisible habitado por pastores y trabajadores del tiempo y así adquiere sus conocimientos y los transmite hacia los demás, especialmente a los que piden su ayuda.

¿Pero quién no ha oído  hablar del maya Don Panchito?

Podemos imaginarlo hablando con Dios directamente o también observando las estrellas en la noche para después dormirse y en la mañana recoger sus sueños que tendrían que ver con el futuro de sus consultantes. Y todavía existen los herederos del Señor Pompeyo Torres, allá por Angangueo en Michoacán, que tenía el don de saber lo que le ocurría a la persona cuando se sentía mal, con sólo mirarla, lo sabía todo y después curaba, se conservaba la herencia curativa de padres a hijos.

Juan Castro Valdez, Pátzcuaro, huesero

Juan Castro Valdés, lo conocí en uno de mis viajes a Pátscuaro, Michoacán, me dio un masaje, me dijo que hacía más de treinta años que curaba dando sobadas, desde el pié hasta la cabeza jalando los huesos. Siempre recuerdo que no me cobró nada, pero me pidió las gafas a cambio. Podéis leer sus comentarios en este mismo blog “Medicina P´urhepecha”.

Otro huesero, Don Guadalupe Norberto Calderón, de la Isla de Janitzio, pescador en el Lago de Pátzcuaro, también cura sin preocuparle si el paciente tiene fe o no, él transmite su energía y lo que él siente le vale.
Juan Castro Valdés, lo conocí en uno de mis viajes a Pátscuaro, Michoacán, me dio un masaje, me dijo que hacía más de treinta años que curaba dando sobadas, desde el pié hasta la cabeza jalando los huesos. Siempre recuerdo que no me cobró nada, pero me pidió las gafas a cambio. Podéis leer sus comentarios en este mismo blog “Medicina P´urhepecha”.

Otro huesero, Don Guadalupe Norberto Calderón, de la Isla de Janitzio, pescador en el Lago de Pátzcuaro, también cura sin preocuparle si el paciente tiene fe o no, él transmite su energía y lo que él siente le vale.
Pero hay que hablar de las limpias y barridas. Sirven para quitar las impurezas, los aires, el enojo, las bilis, la muina o el coraje, los espantos, el susto, los nervios, la tristeza, el latido… incluso para aquellos que han tomado hongos y no pueden salir de sus efectos, o aquellos otros que no superan su intimidad anímica.

Modesta de Morelos

Dicen los mexicanos que el huevo tiene la propiedad de “chupar la enfermedad”, y es entonces cuando el contenido del huevo, se transforma. El huevo ha de ser de gallina casera o guajolota y cura  el mal de ojo, los deseos nefastos, sirven también para limpiar a la persona de todo aquello que se siente afectada, mal de ojo, hechizo, brujería, daño…

Cualquier desequilibrio es motivo para ir a hacerse una limpia. Si algo o alguien te sorprende en forma repentina, ya te has enfermado de susto, por ejemplo. Cualquier causa que afecta al honor, se enferma de vergüenza o sentir una sensación desagradable pues ya estás enferma de latido, o de chaneque si tropiezas y te duele luego la rodilla, es que cogiste una mala emanación de la tierra…

Yo tenía una amiga huevera. Que limpia con huevos. El huevo recoge todo lo malo que hay en el cuerpo, lo van frotando como si fuera un jabón desde la cabeza hasta los pies, los movimientos tienen que seguir las manecillas del reloj, se prepara un vaso con agua donde después de pasar el huevo por todo el cuerpo, (no sin antes santiguarse con el huevo y rezar) luego el huevo lo rompe obre el vaso lleno de agua y ella interpretaba las formas que adquirían la yema y la clara dentro del agua.

A veces los huevos pueden salir negros y se necesitan varios para la limpieza. También saben interpretar lo que te sucede según la conducta del huevo en el agua. Es toda una sensación nueva y sin precedentes.

Huesero

En la plaza principal de Pátzcuaro, se encuentra el Palacio de los príncipes purépechas, residencia que perteneció al príncipe Antonio Huitzimengari, ahijado del primer Virrey de la Nueva España. Don Antonio de Mendoza,  hijo del Cazonci, que fue el último gobernante de la etnia purépecha.

Allí en su interior, se encuentra un patio rodeado de arcos con muchas flores. En la parte superior están los hierberos y curanderos purépechas atendiendo a sus pacientes, ellos también hacen limpias con hierbas y leen el futuro con sus particulares cartas. Muy cerca, está el hospital de la ciudad y frente al hospital la casa de la medicina natural y los curanderos, en todos los lugares la Virgen de la Salud preside las esperas de los pacientes.

Virgen de la Salud

En México los doctores se concentran en las ciudades y es el indígena el que sufre esta ausencia, ya que los doctores, a veces, ignoran por completo al indígena. No aprenden su lengua, no se comunican. Los indígenas piensan que aunque exista ese buen médico, a ellos no les puede curar porque no entienden su lengua y creen que la medicina de los doctores, además de cara, es mala y la de hierbas es buena.

Lo ideal sería que hubiera una comunicación más cercana entre ambas ciencias, para que todos pudieramos aprender unos de otros sin discriminación. Integrar ambas medicinas sería beneficioso tanto para unos como para otros, el curandero debe comunicarse con el doctor y el doctor con el curandero tradicional, de esa forma, ambos serían verdaderos chamanes y todos nos beneficiaríamos de ello. Mientras no lo hagan, el beneficio se lo llevará el más charlatán o  el que mejor sepa comerciar con nuestra salud.