Llegar muy alto en la vida no es fácil, pero tampoco imposible. Una prueba de ellos es el ingeniero en Electrónica, Víctor Manuel Arellano Bravo. No sólo ha escalado en su trabajo, sino en altura. Y me refiero a su oficina en el piso número 16 de un edificio ubicado entre el Fairmont Hotel y el Museo de Arte Moderno de San José en el corazón de esta ciudad, y que además, cuenta con una fabulosa vista.
Es aquí donde tenemos a un profesionista mexicano graduado de la Universidad de Berkeley en 1995. Joven, de character muy amable con una mezcla de seriedad.
¡Arriba Michoacán!
Vítor M. Arellano nació en San Lucas, Michoacán, en “un pueblo cerca de Huetamo, Michoacán, y Ciudad Altamirano, en Guerrero”, dice aclarando.
Arellano es el tercero de siete hijos por cuatro años fue el deporte. Fue miembro del equipo de fútbol soccer de la escuela y a principios de los años 90, recibió un reconocimiento como tal por su rendimiento y desempeño.
Sus buenas calificaciones le permitieron ingresar en 1989 a la Universidad de Berkeley a estudiar Ingeniería Electrónica, “porque me gustaba la Física y parte de la Electrónica”. Se graduó en 1995.
Trabajó por dos años en su ramo en CellNet en San Carlos, California. Después se integró a Merrill Lynch porque conoció a una persona que trabajaba ahí y lo invitó para abarcar el mercano latinoamericano.
“Merrill Lynch es una de las empresas de servicios financieros más grande de los Estados Unidos y de todo el mundo”, dijo este profesionista mexicano quien se desempeño como asesor financieo desde 1997. Su trabajo consistió en contratar y buscar cliente que quisieran invertir en la bolsa.
MEXPRO
Es la Asociación de Profesionistas del Valle del Silicio. Es una organización no lucrativa que se fundó en 1993 con el objetivo de “relacionarse entre profesionistas mexicanos para desarrollarnos profesionalmente y establecer relaciones. También queremos mantener nuestras tradiciones vivas”, explicó Arellano.
MEXPRO se reúne mes o bimensualmente. Algunas veces realizan reuniones y otras hacen seminarios, buscando hacer y fomenter intercambios profesionales y tecnológicos con México, así como ayudar en lo que se pueda.
Víctor Arellano fue el presidente de esta organización por cuatro años. Se hizo miembro en 1994.
Arellano conserva una carta enviada por el Presidente de México, Vicente Fox Quesada, cuando en el año 2000 Mexpro lo invitó a venir. La carta tiene fecha del 4 de septiembre de ese año y al final tiene la firma de su puño y letra, en dónde se disculpa por no poder venir a San José en esos momentos, pero que espera hacerlo en un futuro. Y cumplió su promesa, cuando un par de años después vino al Área de la Bahía y se reunió con varios miembros de Mexpro, por breves momentos.
Actualmente Mexpro cuenta con 150 miembros. Si usted quiere obtener mayor información visite la página de Internet www.mexpro.org
Retos y planes
Uno de los retos que Arellano ha tenido que sortear en su vida professional fue conseguir número de clientes para la compañía que trabajó, pero nada se compara a “el cambio que hice de la construcción a la educación”.
Entre sus planes figuran eventualmente algún día tener su propia empresa relacionada con la tecnología.
Sus sueños son retirarse en 10 años con suficiente capital. Víctor M. Arellano es la estampa de lo que una persona quiere y puede lograr. Por eso le dice a los lectores, principalmente a los jóvenes estudiantes, que se imaginen a sí mismos en dónde quieran estar en 10 años, que se imaginen en qué situación les gustaría estar, y que hagan lo que sea necesario para llegar ahí”.
Arellano es un joven inquieto y como tal, dejó Merryll Lynch porque era un poco rutinario. Se fue a vivir a Sacramento con su esposa e hija para trabajar en una compañía familiar, Arellano Drywall.
No me gustaba mucho el trabajo en Merryl Lynch porque er un poco rutinario. Esta compañía de la familia es de mi parte y mía. Mi puesto es de Vicepresidente de Ventas y me encargo, además de las ventas, de la administración”, explicó Víctor quien dijo que este negocio se estableció en 1996.
Víctor no olvida los grandes esfuerzos que le ha costado llegar hasta donde está, por eso recalca a los jóvenes “hay que salir adelante”.