México, 17 ago (EFE).– El 10% de la población mayor de 20 años en Latinoamérica tiene cierto grado de enfermedad renal crónica y al menos 8 de cada 10 no sabe que la padece lo que puede llevar a complicaciones, recalcaron este lunes expertos, alertando además del vínculo de esta dolencia con la diabetes.
“En Latinoamérica, uno de cada dos pacientes con diabetes tipo 2 tiene como complicación una enfermedad renal crónica”, dijo el médico internista Héctor Sánchez Mijangos.
El experto expresó especial preocupación ya que en el mundo la diabetes es una problemática que ha crecido exponencialmente en los últimos años y se prevé que para 2040 habrá en el mundo 642 millones de personas diabéticas, de las cuales 1 de cada 3 desarrollará enfermedad renal crónica.
La enfermedad renal crónica es la pérdida lenta de la función de los riñones. El problema, en su mayor parte, es consecuencia de las enfermedades crónicas no transmisibles como el sobrepeso, la obesidad, la diabetes, la hipertensión arterial y dislipidemias (alta cantidad de colesterol y triglicéridos en la sangre).
Ricardo Correa, médico internista y nefrólogo, puntualizó que la enfermedad renal crónica ha crecido en los últimos 20 años en el mundo y hoy es la décimo séptima causa de muerte a nivel mundial, mientras que en Latinoamérica se encuentra entre las primeras cinco causas de muerte.
“La mejor forma de padecer una enfermedad renal crónica es no ser diabético, no ser obeso y hacer ejercicio”, afirmó el experto, pero también, en caso de sufrirla lo más adecuado es que sea tratada en etapas tempranas y así evitar su progresión o retrasarla.
DISMINUIR EL RIESGO DE DIÁLISIS
De acuerdo con Correa, quien funge también como jefe de departamento de Nefrología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en México actualmente 44 % de los pacientes con diabetes ha desarrollado enfermedad renal crónica.
Muchos de ellos, remarcó, requieren de diálisis para atender esta afección.
Explicó que genéticamente, la población latina y en especial los mexicanos tienen “una alta predisposición genética de diabetes”, la cual se suma a los problemas de sobrepeso y obesidad ocasionados por la mala alimentación y un estilo de vida sedentario.
“Cuando conjuntamos estos factores estamos frente a una verdadera bomba de tiempo que perjudica el gasto en salud a nivel nacional”, señaló.
Agregó que, tan solo en 2018, la carga económica de diabetes en México fue de más de 2,5 % del producto interno bruto (PIB), pero indicó que la detección y el tratamiento oportunos pueden hacer la diferencia.
NUEVAS OPCIONES DE TRATAMIENTO
Héctor Sánchez Mijangos, quien es expresidente médico de la Federación Mexicana de Diabetes, destacó que al haber una alta prevalencia de enfermedad renal crónica, era urgente encontrar opciones de tratamiento eficaces para evitar llegar a este punto.
Actualmente, dijo, existen fármacos que ayudan a reducir el riesgo de enfermedad renal crónica en etapa terminal o empeoramiento de la función renal, en pacientes con diabetes tipo 2.
Sin embargo, ambos expertos resaltaron que los pacientes deben tratar de llevar estilos de vida saludables y controlar de forma estricta, enfermedades como la diabetes y la hipertensión, las cuales pueden derivar en daños al riñón.
Lo fundamental, aseguraron, es evitar que los pacientes necesiten diálisis o se dé una muerte prematura, pues se estima que actualmente, tan solo en México, 12 millones de personas padecen este tipo de enfermedad.