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November 15, 2024

Cuatro años de Trump

A mi manera

Juan Carlos Valderrama

 Nueva York, N.Y. 21 ene 2021 – Llegó como un supuesto magnate exitoso del campo inmobiliario, con una historia de bancarrotas de algunas de sus empresas como hoteles y casinos, declaradas en quiebra para buscar protección legal de sus acreedores, de acuerdo al Capítulo 11 del Código Federal de Bancarrotas. Su éxito era controversial.

El Showman de la televisión del Aprendiz “The Apprentice” llevó su estilo bravucón, inestable, primitivo, a su participación como un supuesto novato en el proceso de selección del candidato del Partido Republicano para las elecciones del 2016, proceso en el cual no dudó de provocar, insultar, atacar, burlarse y difamar a sus contrincantes, periodistas y a todo aquel que se le pusiera al frente con una retórica muy particular.

Ya electo como candidato enfrentó a Hillary Clinton a quien ganó finalmente con el voto electoral, perdiendo por casi 3 millones del voto popular. A 11 días de las elecciones el FBI reabrió investigaciones a Hillary sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado cuando se  desempeñaba como secretaria de estado lo que indudablemente la perjudico; después el Presidente tuvo supuestas acusaciones de intervención de ayuda en las elecciones por parte de los rusos, lo que más adelante llevaría al Congreso a formar una comisión especial presidida por el Fiscal Especial Robert Muller, que lo llevaría a un juicio político o enjuiciamiento que entre sus conclusiones diría que de acuerdo a la Doctrina Jurídica Estadounidense no se podía imputar a un Presidente en el cargo.

Tal vez pocos recuerden que prometió la cura del cáncer, el Sida, la llegada de un cosmonauta estadounidense a Marte, promulgar límites a los mandatos de los congresistas, cambiar el nombre de un monte rebautizado y muchas cosas más.

Entre las promesas incumplidas están que el muro fronterizo sería pagado por México y que construiría 450 millas de muro, siendo en realidad mucho menos las millas las construidas. La mayoría fueron el reemplazo de mallas viejas o en mal estado. Otra de sus promesas fue suspender o eliminar la ley de protección al paciente y cuidado de la salud asequible u Obamacare, proponiendo una especie de Trumpcare.

Logró dividir al país e incrementar los conflictos raciales y la discriminación así como empoderar a los grupos supremacistas imponiendo la incertidumbre, el temor y el miedo en la población indocumentada con las redadas y la intervención de las agencias gubernamentales. Suspendió la migración de países en conflicto como Irán, Siria, Libia Yemen, Corea del Norte y Venezuela, redujo de forma drástica la admisión de refugiados, la migración tuvo severas restricciones tanto la legal como la ilegal, retiró la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén y reconoció a Jerusalén como la capital de Israel. Fue protagonista de encuentros con líderes controversiales como Vladimir Putin y Kim Jong Um, consiguió nominar tres de sus candidatos a la Corte Suprema modificándola ideológicamente a una mayoría conservadora y nombró más de 200 jueces federales. Marcó su administración por el aislacionismo y proteccionismo retirándose del acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica; subió los aranceles a las importaciones de China, en su guerra comercial con el gigante asiático acusándolo de espionaje comercial y prácticas desleales. Se retiró del acuerdo del Clima de París; los países de OTAN se comprometieron a elevar en 2% sus presupuestos en defensa, priorizó la contratación de trabajadores estadounidenses sobre la de inmigrantes.

Sobre el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, DACA, que protege alrededor de 700,000 jóvenes intentó ponerle fin llegando a la Corte Suprema, la que calificó tal medida de “Arbitraria y Caprichosa”, a pesar que decía que los trataría de forma compasiva.

Desde el principio se negó a hacer públicas sus declaraciones de impuestos. El New York Times afirma que pagó solo 750 dólares en el año 2016 y 2017 en impuestos a la renta algo muy preocupante de ser cierto.

Fue calificado como un el mayor emisor de mentiras y noticias falsas llegando algunas agencias de noticias e investigación a contabilizarlas en alrededor de 30,000 en toda su administración e inclusive algunas de sus cuentas en redes sociales le fueron restringidas o suspendidas como Twitter, “por incitación a la violencia”, Facebook, “por socavar una transición pacífica”. En  Instagram, plataformas como Twich y aplicaciones como Google Play “por permitir “contenido escandaloso”, Reddit “por promover el odio o alentar, glorificar, incitar o llamar a la violencia contra grupos de personas o individuos , Snapchat , TikTok por difundir imágenes del ataque al Congreso, Shopify ,Pinterest por el uso del hashtag “frenen el robo”.  Usó a Twitter como su megáfono favorito y para despedir a sus incondicionales cuando no accedían a sus deseos y voluntad y ya no eran maravillosos ni magníficos.

Intentó convencer o presionar al Presidente de Ucrania Volodimir Zelenski para conseguir pruebas e investigar sobre Hunter, el hijo de Biden, a cambio “quid pro quo” de asistencia económica para Ucrania que estaba o se mantenía estancada.

Pidió al Republicano Brad Raffensperger Secretario de Estado de Georgia en una llamada telefónica con: “Sólo quiero encontrar 11,780  votos” para anular el resultado de las elecciones del pasado noviembre en ese estado. Lo que al final perjudicó los resultados de 2 curules al Senado que estaban en juego y fueron ganadas por los Demócratas.

Con él los Republicanos en noviembre 2018 perdieron la cámara de representantes, en febrero del 2020 se produce su primer enjuiciamiento, en noviembre 2020 perdieron la Casa Blanca, entre noviembre y diciembre 2020 perdieron más de 60 litigios electorales por demostrar el fraude electoral y en enero 2021 perdieron el Senado.

Las vidas de más de 400,000 personas muertas por el COVID 19 no fueron mencionadas en alguna forma, no se asumiendo alguna responsabilidad, a pesar de la pérdida de un familiar cercano, llámese un hermano, nos muestran una falta de empatía total e indiferencia con el prójimo.

Es el único Presidente que perdió el voto popular en las 2 elecciones, con Hillary por alrededor de tres millones y con Biden por más de cinco millones de votos,

Como parte de sus contantes disociaciones entre lo que se dice y lo que se hace, él lideró el mitin entre sus seguidores y fanáticos, calificándolos de patriotas, con la teoría del fraude, previo a la toma del Capitolio en el que murieron 5 personas en un acto de insurrección y terrorismo doméstico, poco después pediría que caiga todo el peso de la ley sobre ellos; las empresas comerciales ya iniciaron el corte de  vínculos comerciales con él.

En sus últimas horas como Presidente firmo una serie de indultos polémicos para lo cual tendríamos que hacer un artículo completo.

Se fue sin aceptar su derrota, ni participar de la toma de posesión de Biden de la Casa Blanca y la Presidencia rompiendo una tradición de más de 150 años.

Enfrentará un segundo enjuiciamiento político sin las protecciones e inmunidad de ser presidente, sin la lealtad de algunos de sus incondicionales como Mitch McConell quien se enfrentó a él y lo acusó de animar a sus simpatizantes de asaltar el Congreso “ya que alimento a toda esa turba con mentiras”. Del resultado de ello podría depender el futuro de sus carrera política así como del Partido Republicano que pudiera tener la oportunidad de deshacerse de él.

Seguro que volveremos a ser grandes otra vez, bienvenida la Reforma Migratoria.