México, 5 feb (EFE).- Una versión adaptada de “La Llorona”, el tema popular mexicano, presidió este viernes una protesta en Ciudad de México contra el feminicidio de la joven doctora Mariana, ocurrido la pasada semana en el sur del país, y contra una violencia contra las mujeres que no cesa.
“Ser mujer es un delito, Llorona, con pasión bien definida. Agarran cuatro canallas, Llorona, y te arrebatan la vida. Desde la frontera norte a la frontera sur hay un reguero de huesos, Llorona, que alguna vez fueron tú”, describió con sus versos la cantante Edna Hernández, del colectivo SnowApple.
Su canto puso voz a las miradas doloridas de todas las mujeres reunidas frente al edificio que representa en la capital al Gobierno estatal del sureño Chiapas, donde Mariana Sánchez, una médica de 24 años que hacía su beca fue encontrada muerta el pasado 28 de enero.
PROTESTA UNÁNIME
Delante de la representación de Chiapas, vallada hasta los topes en una imagen llamativa en el corazón de la capital, se agolparon activistas, madres y familiares de víctimas de feminicidios.
Allí establecieron un altar con velas y fotografías de asesinadas. Estaba la foto de Mariana, pero también las de Paulina, Jade o Zyanya en representación de tantas que, como decía “La Llorona” de Hérnandez, fueron para la escuela y acabaron en el forense.
Una de las asistentes a la protesta fue Araceli Osorio, la madre de Lesvy Osorio, una joven asesinada en 2017 y atada a una caseta de teléfono público en una zona cercana al Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Osorio aseveró que entre el colectivo “hay mucha indignación” porque quienes “tienen a cargo la seguridad y la salud” en México están “tomando recursos de donde pueden” para solventar la pandemia pero no para acabar con la violencia contra las mujeres.
“La otra pandemia, la que no reconocen, la que todos los días nos arrebata la vida de once niñas y mujeres en este país no se mira igual, no se mira como una situación urgente. La pandemia de la violencia feminicida en este país tiene años, tiene décadas”, denunció.
México registró en 2020 un aumento anual del 0,3 % en los feminicidios, lo que significa que al menos 1.015 mujeres murieron en un asesinato tipificado por violencia machista o de género.
CASOS QUE SE REPITEN
Osorio protestó también contra la “violencia institucional” que obliga a madres y familiares a “salir a denunciar ante la sociedad civil” sus casos para enfrentar la pasividad de las autoridades, por lo que exigieron responsabilidades a la Secretaría de Gobernación y a la Comisión Nacional de Víctimas (Conavim)
Por el micrófono de la tribuna erigida en plena calle, a una cuadra (manzana) del emblemático Paseo de la Reforma, pasaron los testimonios de otras madres que perdieron a sus hijas.
Algunas de esas reivindicaciones las leyeron activistas a quienes las madres habían enviado cartas para recitar en la protesta, como fue el caso de Adriana, madre de Jade Guadalupe Yuing, asesinada en 2020, según su familia, mientras las autoridades defienden que la adolescente de 13 años se suicidó.
“A Jade le gustaba la música, le gustaba cantar, componer canciones. Su sueño era ser piloto aviador. Su corazón era amable y de buenos sentimientos. Su nombre y su familia han terminado en la lucha por justicia frente a un Estado indolente que prefiere no escuchar. Jade vive en nuestros corazones”, recogía la misiva.
Antes de cerrar el acto, Lourdes Dávalos, la madre de Mariana Sánchez, médica por quien se organizó el acto, compartió un vídeo con la prensa asistente en la que aseguraba que no le han entregado “copias de la carpeta de investigación”, además de revelar que le extirparon un pecho en diciembre para justificar su ausencia en las protestas.
“A la fecha no he recibido copia ni acceso a la carpeta de investigación. Mi desconfianza crece cuando pasan los días y mi angustia crece a cada instante. Hago un llamado a la sociedad para exigir justicia, justicia de verdad sin chivos expiatorios ni procesos apañados”, zanjó en el vídeo.