Redacción Internacional, 25 feb (EFE).- Los países de Europa han optado por la voluntariedad en la vacuna anticovid, aunque algunos de ellos, como Francia, Reino Unido o Hungría están analizando posibles certificados o “pasaportes” que lo acrediten.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en que el remedio contra la pandemia es acelerar la inmunización y los fármacos disponibles prometen una efectividad de en torno al 90%.
ALEMANIA
En Alemania la vacunación contra el coronavirus es voluntaria y el Gobierno ha insistido en que no hay planes para hacerla obligatoria.
El ministro de Sanidad, Jens Spahn, dio su palabra ante el parlamento de que no se introduciría la imposición de inmunizarse, para salir al paso de los rumores que había al respecto.
La ley de protección contra infecciones le permite al Gobierno, previa aprobación de la Cámara Alta (Bundesrat), donde están representados los Gobiernos regionales, introducir la inmunización obligatoria para sectores de la población especialmente amenazados.
No obstante, la Comisión Permanente para la Vacunación considera “extremadamente improbable” que se introduzca una medida en ese sentido y advierte de que hay muchos obstáculos jurídicos para ello.
Un antecedente es la vacuna obligatoria contra el sarampión para niños en edad escolar que se introdujo en 2020.
FRANCIA
En Francia la vacunación no es obligatoria. No obstante, el Gobierno ha lanzado una consulta en línea (que concluirá el 7 de marzo), para conocer la opinión de los ciudadanos sobre la posibilidad de implantar un certificado de vacunación y si debería ser impostivo u opcional.
Según la última encuesta publicada, un 61 % de los franceses desea vacunarse, lo que supone 5 puntos más que en enero y un salto de 19 puntos más respecto a diciembre.
REINO UNIDO
El pasado 8 de diciembre, el Reino Unido fue el primer país del mundo en poner en marcha un programa de vacunación masiva contra la covid-19, y desde entonces se ha administrado ya una primera dosis a 17,9 millones de personas, por orden de prioridad.
La inmunización es voluntaria y tiene de momento una alta aceptación entre la población, si bien el Gobierno ha impulsado una campaña informativa para persuadir de que se vacune a las personas reacias, en especial de ciertas minorías étnicas.
El Ejecutivo estudia ahora la posible introducción de una aplicación con la que, a fin de realizar ciertas actividades en espacios cerrados, los ciudadanos puedan demostrar que tienen la vacuna o un test negativo, aunque reconoce que el proyecto plantea “cuestiones éticas”, ya que puede provocar discriminación.
ITALIA
El plan de vacunación en Italia es por el momento voluntario y se ha comenzado con los colectivos de mayor riesgo.
Actualmente, se han inoculado 3.702.079 dosis y 1.341.780 personas están ya inmunizadas contra la covid-19 por haber recibido las dos dosis necesarias.
El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, ha señalado que no considera necesario imponerla de forma obligatoria, porque los ciudadanos son conscientes de la importancia de recibir este tratamiento, y la intención del Gobierno es llegar cuanto antes a la inmunidad de grupo.
De momento no hay sanciones para quienes no se vacunen, pero existe el debate. El colegio de médicos de la ciudad Bolonia (Emilia Romaña, norte) ha advertido recientemente de que estudiará procedimientos disciplinarios para quienes rechacen el fármaco.
El Estado del Vaticano dijo que no habrá despidos de sus empleados que se opongan a vacunarse, después de la polémica abierta porque inicialmente indicó lo contrario, si bien advirtió de que no vacunarse es una decisión que puede constituir un riesgo para el afectado, para los demás y para su entorno laboral.
ESPAÑA
España respeta la decisión de los ciudadanos a la hora de ponerse o no la inyección frente a la covid-19, al igual que hace con el resto de enfermedades infecciosas, tal y como recoge la estrategia nacional de vacunación.
Sin embargo, el Parlamento de la región de Galicia aprobó ayer con los votos en solitario del Partido Popular (PPdeG), que tiene mayoría en la Cámara, una reforma de la Ley de Salud gallega que impone su obligatoriedad, aunque cuenta, por el momento, con el rechazo del Gobierno central.
La iniciativa del Ejecutivo gallego puede enfrentarse a varios impedimentos si se considera desde alguna instancia nacional que contradice la legislación del país o va en contra de derechos fundamentales.
PORTUGAL
En Portugal, la vacuna contra la covid-19 es totalmente voluntaria y gratuita y no se contempla ningún tipo de sanción para las personas que, por cualquier motivo, decidan no ponérsela.
La confianza de los portugueses sobre la vacuna ha aumentado en los últimos meses y un reciente estudio de la Escuela Nacional de Salud Pública recoge que el 75 % quiere recibirla “en cuanto esté disponible”, un porcentaje que en noviembre sólo rondaba el 20 %.
DINAMARCA
Ningún país nórdico ha introducido la obligatoriedad de la vacunación ni tiene planes de hacerlo, aunque Dinamarca estudió inicialmente esa posibilidad.
En el primer proyecto de ley epidémica presentado por el Gobierno danés en octubre sí se incluía esa medida, pero las protestas de varios partidos y asociaciones provocaron que los planes fueran descartados y que solo se recomiende la vacunación.
FINLANDIA
En Finlandia la inoculación contra la covid-19 es voluntaria y gratuita, al igual que ocurre con el resto de productos incluidos en el programa nacional de vacunación.
Según la encuesta más reciente, el 75 % de los finlandeses tiene intención de inmunizarse contra el coronavirus o lo ha hecho ya, mientras que el 13 % no piensa vacunarse y el 12 % restante aún no se ha decidido.
POLONIA
Las autoridades de Polonia anunciaron que ponerse la inyección es algo voluntario, aunque recomiendan “a todos los polacos” que se vacunen, y defienden sin lugar a dudas este tratamiento como “la solución” que puede proteger “a todos de nuevas oleadas de la pandemia”.
AUSTRIA
El Gobierno austriaco insiste en que la vacunación es y será voluntaria y en que no se ha decidido aún, por ejemplo, que sea una condición para desempeñar una actividad laboral, aunque recuerda que en sectores como la sanidad es legal exigir a los trabajadores estar vacunado de enfermedades como el sarampión.
En este país, no es posible elegir el producto con el que inocularse.
HUNGRÍA
La vacunación es voluntaria en Hungría, pero el Gobierno planea una “tarjeta de vacunación” que permitirá a los ya inmunizados evitar algunas restricciones, aunque no se ha especificado cuáles.
Los ciudadanos pueden rechazar el fármaco que les proponen si quiere que les vacunen con otro. A finales de enero, las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, autorizadas por la UE, despertaban mucha más confianza que la rusa Sputnik V o la china Sinopharm.
RUMANÍA
El Gobierno de Rumanía repite que no obligará a vacunarse a la población pero sí avisa de que estar inmunizado tendrá algunas ventajas.
Por ejemplo, desde el pasado 13 de febrero, quienes hayan recibido dos dosis al menos diez días antes de su entrada al país, quedan exentos de cumplir la cuarentena exigida a quienes llegan de zonas de riesgo.
BULGARIA
La vacunación es voluntaria y gratuita en Bulgaria, y, desde el pasado viernes, cualquier persona, sin importar el grupo de prioridad al que pertenezca, puede registrarse para recibirla sin poder elegir el tipo de producto que se le administra, debido a la escasez de oferta.
ESLOVENIA
En Eslovenia no hay debate sobre la obligatoriedad de la vacuna pero los ciudadanos de la UE que estén completamente inmunizados, o hayan superado ya la enfermedad, pueden entrar en el país sin necesidad de cuarentena o de mostrar un test PCR negativo.