Chicago (IL), 11 jun (EFE).- El senador demócrata Dick Durbin declaró este viernes a Efe que Estados Unidos “está listo” para que el Congreso apruebe el camino a la ciudadanía de los “soñadores” y tepesianos y aseguró que ya cuenta con “cinco o seis” de los diez votos republicanos que necesita para que se apruebe la propuesta de ley.
Por eso mismo, el próximo martes se celebrará la primera audiencia del proyecto de ley American Dream and Promise Act de 2021 (H.R.6) en el Comité Judicial de la Cámara Alta, que preside este senador por Illinois que ha patrocinado sin suerte medidas similares en los últimos 20 años.
“Estoy listo, es el momento. El país está listo. Abrumadoramente, demócratas, republicanos e independientes están a favor de esta ley, y creen que es fundamentalmente justo que estas personas tengan la posibilidad de ser parte del futuro de los Estados Unidos”, dijo.
Durbin indicó que con la consideración de la H.R.6, ya aprobada con apoyo bipartidista en la Cámara de Representantes en marzo pasado, se comenzará a avanzar hacia el estatus legal permanente de los “soñadores” y de los beneficiados por el Estatus de Protección Temporal (TPS) y el llamado DED (Deffered Enforced Departure) o “Salida Obligatoria Diferida”.
El proyecto de ley H.R.6 podría abrir una senda a la ciudadanía a cerca de 4,5 millones de indocumentados, según estimaciones del Migration Policy Institute (MPI).
Además, dijo Durbin, con el presidente, Joe Biden, estos inmigrantes tienen “un amigo” que apoya el proyecto de ley Dream Act, que Durbin y su compañero republicano Lindsey Graham volvieron a presentar en abril pasado y que, al igual que la H.R.6, busca regularizar el estatus migratorio de los “soñadores”, y también de la Acción Diferida (DACA), que los protege de la deportación.
Todo lo contrario que su predecesor republicano, Donald Trump, que trató de abolir este amparo migratorio creado por el expresidente Barack Obama en 2012, aunque el Tribunal Supremo se lo impidió.
La audiencia en el Senado se realizará el 15 de junio, en el noveno aniversario del anuncio de Obama de la creación de DACA, que desde 2012 protege de la deportación y da permiso temporal de trabajo y residencia a cientos de miles de jóvenes que arribaron indocumentados al país a edad temprana.
“La gente se pregunta qué tipo de legislador soy que no ha conseguido convertir esta iniciativa en ley durante 20 años si es tan buena idea”, dijo Durbin. “Seis veces presenté el proyecto de ley a votación en el plenario del Senado, pero siempre perdí por el filibusterismo (obstrucciones dilatorias) republicano”.
“Ahora soy presidente del comité que va a considerar el proyecto y las cosas han cambiado”, agregó Durbin, aunque admitió que todavía queda mucho por hacer.
El veterano legislador, que ocupa el escaño desde 1983, dijo que después de 20 años de fracasos no puede dar por segura la aprobación de la ley, pero de los 60 votos necesarios cuenta en el Senado con 50 demócratas y “5 o 6 republicanos”.
Se necesitan más, pero tiene “confianza” de que pueden lograrlo esta vez, afirmó.
La diferencia, además de la mayoría demócrata en ambas cámaras, radica en que el Gobierno ha anunciado una política migratoria diferente y cree que el actual contexto político es más favorable para dar una vía a la ciudadanía de los “soñadores”.
Según Durbin, en los 20 años transcurridos desde la primera vez que el Dream Act llegó al Congreso los soñadores beneficiados con DACA han crecido y probado que son gente clave para el futuro de los EE.UU.
“Han obtenido títulos universitarios, se convirtieron en médicos, enfermeros, ingenieros, empresarios, y han servido en las fuerzas armadas arriesgando sus vidas por el país”, dijo.
Además del H.R.6, espera en el Senado el proyecto de Ley de Modernización de la Fuerza Laboral Agrícola (H.R. 1603), aprobado también en marzo en la Cámara Baja y que daría permisos permanentes de residencia y trabajo para cientos de miles de trabajadores empleados en la agricultura.
También aguarda el proyecto estrella en materia migratoria de Biden, una reforma integral que daría una vía a la ciudadanía a unos 11 millones de indocumentados, aunque esta opción más amplia carece de las simpatías que reciben los “soñadores”, tepesianos y campesinos que se han mostrado “esenciales” durante la pandemia de la covid-19 y tiene un futuro más sombrío en el Senado.