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April 25, 2024

Senado de EE.UU. trabaja a contra reloj para votar el plan de infraestructuras

El líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer. EFE/EPA/SHAWN THEW/Archivo

San Francisco, 31 jul. (EFE News).- El Senado de Estados Unidos trabaja hoy contra reloj en una jornada excepcional para tener listo cuanto antes y poder votar el texto del plan de infraestructuras promovido por el presidente, Joe Biden, antes del receso de agosto.

El líder de la mayoría demócrata en la Cámara Alta, Chuck Schumer, admitió al comienzo de la sesión que redactar un plan tan ambicioso “es un proyecto difícil”, pero a la vez pidió celeridad a sus colegas y les recordó que se quedarán en el Senado hasta que el texto esté completo.

Una vez se tenga una versión terminada del plan, se podrá proceder a la votación de enmiendas individuales presentadas por los distintos senadores, y finalmente se procederá a la votación del conjunto de la propuesta, algo que muy probablemente no ocurrirá hasta principios de la semana que viene.

El pasado día 28, el plan de infraestructuras recibió el respaldo del Senado, que votó a favor de debatir la iniciativa después de semanas de tira y afloja entre demócratas y republicanos.

El resultado muestra la voluntad de los dos partidos de aprobar uno de los planes más importantes de Biden, que busca invertir aproximadamente un billón de dólares a lo largo de 8 años en la reconstrucción de puentes, ferrocarriles, puertos y aeropuertos del país.

Fue necesario que varios senadores republicanos votaran a favor del proyecto porque los demócratas tienen una estrecha mayoría de 50 escaños, una cifra insuficiente para aprobar la medida por sí solos. En la mayoría de casos, se necesitan 60 votos.

Hace un mes, Biden y un grupo de 22 senadores demócratas y republicanos anunciaron que habían llegado a un acuerdo, pero más tarde las negociaciones se complicaron, especialmente por las reticencias de los republicanos sobre cómo se financiará la inversión en infraestructuras.

En marzo, el presidente estadounidense propuso una inversión de 2,3 billones de dólares pero la Casa Blanca tuvo que rebajarla ante las críticas de los republicanos.

El objetivo del plan de Biden es modernizar lo que ha llamado “infraestructuras físicas”: carreteras, puentes, ferrocarriles, puertos y aeropuertos, entre otros.