Ciudad de México, 2 nov (EFE).– Una ya tradicional ofrenda en la Ciudad de México recordó este miércoles, Día de Muertos, a las mujeres transexuales asesinadas en el país. En un evento comandado por la activista Kenya Cuevas, estuvo lleno de baile, fiesta y emotividad.
“Desde hace siete años en esta esquina coloco la ofrenda de crímenes de odio porque en esta esquina mataron a mi mejor amiga, Paola Buenrostro y es por eso que en este lugar emblemático hemos colocado esta ofrenda”, dijo a EFE Cuevas, quien lleva más de seis años haciendo activismo por las mujeres transexuales de la capital mexicana, especialmente por las trabajadores sexuales.
Paola Buenrostro fue asesinada por un presunto cliente en 2016 y, desde entonces, Cuevas emprendió el camino del activismo con el que ha logrado avances.
Durante el evento, en el que hubo “ballroom” y un concurso de disfraces, se recordó con fotografías, cempasúchil y las habituales comidas y bebidas que se colocan en las ofrendas a Paola pero también a las muchas mujeres que fueron asesinadas en los últimos años.
“Es 2 de noviembre y en México tenemos la tradición en la que nosotros celebramos a nuestros muertos, les brindamos ofrenda con comidas, olores y sabores para que puedan disfrutar su viaje desde el más allá”, explicó Cuevas.
México es el segundo país de América Latina donde hay más crimen en contra de las población trans, el primer lugar es Brasil. En los últimos 6 años 60 mujeres trans han sido asesinadas.
Cuevas fundó la asociación Casa de las Muñecas Tiresias y la Casa Hogar Paola Buenrostro, donde mujeres trans en situación de riesgo o exclusión reciben asesoramiento y acogida.
La activista consideró que en los últimos años ha habido muchos avances para las mujeres trans, a pesar de que el camino apenas empieza.
“Creo que hay avances en cuestión legislativa y en visibilidad, las empresas, la academia, las instituciones se están abriendo. Es un avance que reconozcan que existimos, pero lo que es el reto es poder lograr que los derechos se garanticen”, compartió.
“Vamos en muy buen camino”, terminó.
