Washington, 25 abr (EFE).- Un grupo de más de 100 profesionales de la salud y organizaciones en defensa de los derechos humanos pidieron este martes a las autoridades migratorias de EE.UU. limitar la detención de migrantes embarazadas.
En una carta dirigida al director interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), Troy Miller, las organizaciones pidieron que no se detenga por más de 12 horas tanto a las migrantes embarazadas, como a las lactantes y a sus familias.
“Las políticas y las prácticas de CBP en este momento no son adecuadas para proteger la salud reproductiva de los y las migrantes” bajo custodia, escribió el grupo, que incluye unas 60 organizaciones, entre ellas la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) y Oxfam America.
El documento detalla una serie de denuncias de migrantes, la más reciente de marzo de este año, en donde una mujer embarazada de cuatro meses fue detenida por la Patrulla Fronteriza ocho días en la ciudad de McAllen (Texas) sin acceso a “cuidado médico o necesidades básicas” y luego fue deportada a Guatemala sin oportunidad de pedir asilo en EE.UU.
En otra ocasión, en enero, las autoridades estadounidenses trasladaron a una mujer migrante que estaba teniendo contracciones de parto a un hospital en San Diego. Allí, expresaron su intención de separar a la mujer de su otra hija menor de edad y de trasladarla de vuelta a las instalaciones de la Patrulla Fronteriza una vez diera a luz.
Los trabajadores del hospital fueron quienes lograron disuadirlos de llevar a cabo estas acciones, señaló el texto.
La misiva también recalcó que es esencial que las autoridades migratorias modifiquen sus normas respectivas a la detención de embarazadas antes de que se levante el Título 42, una normativa sanitaria que permite las expulsiones en caliente en la frontera.
Está previsto que el Título 42 se suspenda el 11 de mayo y, a partir de entonces, el Gobierno de Joe Biden ha anunciado que ampliará el uso de las deportaciones aceleradas para hacer frente a lo que esperan sea un aumento en la llegada de migrantes a la frontera con México.
En una audiencia ante un comité del Congreso la semana pasada, Miller señaló que se espera que el número de cruces irregulares en la frontera aumente a 10.000 al día.