Miami, 26 abr (EFE).- El enfrentamiento entre Disney y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, escaló este miércoles con la presentación de una demanda judicial en la que el gigante del entretenimiento afirma ser víctima de una campaña de “castigo” orquestada por el republicano y otras autoridades floridanas.
Walt Disney World demandó hoy a DeSantis por considerar que está siendo víctima de “una campaña orquestada” por él, que supone una “amenaza” para sus operaciones comerciales y su futuro económico en la región.
Alega que además esa supuesta campaña de DeSantis “viola sus derechos constitucionales”, según el texto de la demanda.
Según el medio local WESH 2, de Orlando, donde se encuentran los parques temáticos de Disney, los integrantes de la junta supervisora creada por DeSantis se reunieron y votaron justo antes del mediodía de hoy para invalidar la serie de acuerdos que Disney hizo con Reedy Creek a principios de este año.
Paralelamente, Disney presentó la demanda en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Norte de Florida, en Tallahassee, capital del estado.
“Una campaña dirigida de represalias del gobierno, orquestada a cada paso por el gobernador DeSantis como castigo por el discurso protegido de Disney, ahora amenaza las operaciones comerciales de Disney, pone en peligro su futuro económico en la región y viola sus derechos constitucionales”, se lee en el texto de la demanda a la que tuvo acceso EFE.
“La acción de hoy es el último golpe: a instancias del gobernador, la junta de supervisión del Estado pretendió ‘anular’ contratos de desarrollo notificados públicamente y debidamente acordados, que habían sentado las bases para miles de millones de dólares de inversión de Disney y miles de puestos de trabajo”, añade el documento.
El texto argumenta que “durante más de medio siglo, Disney ha tenido un impacto inconmensurable en Florida y su economía, estableciendo a Florida Central como uno de los principales destinos turísticos del mundo y atrayendo a decenas de millones de visitantes al Estado cada año”.
Walt Disney World es el empleador más grande del país en un mismo lugar con casi 70.000 trabajadores en Orlando.
Muchos de esos trabajadores se encuentran en los cuatro parques temáticos locales de Disney: Magic Kingdom, Epcot, Animal Kingdom y Hollywood Studios y otros servicios.
Robert A. Iger, director ejecutivo de Disney, ha señalado que la inversión futura en Disney World podría estar en riesgo si el gobernador continúa usando a Disney como “saco de boxeo político”, según publica hoy The New York Times.
La compañía ha destinado más de 17.000 millones en gastos en el resort para la próxima década, un crecimiento, detalla, que crearía aproximadamente 13.000 puestos de trabajo.
“Una empresa tiene derecho a la libertad de expresión al igual que los individuos”, señaló Iger recientemente en la reunión anual de accionistas.
UNA CAMPAÑA DE “CASTIGO” Y “REPRESALIAS”
La demanda llega dos meses después de que el Congreso de Florida, a instancias del gobernador, aprobara una ley que priva a los parques de Disney en Orlando del autogobierno, después de que el grupo discrepara con otra ley floridana también promovida por DeSantis que prohíbe hablar de identidad de genero en las escuelas.
El pasado 10 de febrero el Congreso de Florida, cuyas dos cámaras están dominadas por los republicanos, aprobó la ley impulsada por DeSantis para que el estado se haga cargo del llamado Distrito de Mejoras de Reedy Creek, que lleva más de medio siglo funcionando de manera autónoma.
A partir de ese momento, el distrito especial quedó en manos de una junta de cinco supervisores elegidos por el propio DeSantis, quien se enfrentó al gigante del entretenimiento por una polémica ley estatal sobre identidad y género en las escuelas conocida coloquialmente como “Don’t Say Gay” (“No digas gay”).
“Castigo” y “represalias” son las palabras que usa Disney para describir la supuesta campaña por la que demanda a DeSantis, quien se encuentra este miércoles de visita en Israel.
El enfrentamiento escaló cuando se conoció que, antes de perder el autogobierno en sus parques en Florida, Disney firmó unos acuerdos a perpetuidad con los anteriores supervisores del estado que prácticamente deja sin capacidad de acción a la nueva junta nombrada por DeSantis.
El gobernador respondió diciendo que el Congreso de Florida tiene la autoridad para revocar acuerdos y que se está trabajando en un proyecto de ley para anular los alcanzados a última hora entre Disney y el Distrito de Mejoras de Reedy Creek.
La demócrata Anna V. Eskamani, que representa a la ciudad de Orlando en el Congreso de Florida, criticó a DeSantis en Twitter al conocerse hoy la demanda.
“Realmente se necesita un gobernador terrible para que alguien como yo exprese su apoyo a una corporación, pero ha sido un gran circo ver a DeSantis continuar atacando y demonizando a Walt Disney World Corporation porque expresaron una opinión que no le gustaba y dejaron de darle contribuciones de campaña”, señaló Eskamani, hija de inmigrantes iraníes llegados a Orlando en busca del “sueño americano”, según su web.
“Le deseo suerte a Disney en su litigio y le pido al gobernador que lo deje”, concluyó Eskamani.