Nueva York, 9 may (EFE).- El fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, ha pedido al juez federal encargado de su caso que desestime la mayor parte de los cargos penales a los que se enfrenta en relación con el colapso de la plataforma de criptomonedas.
En una serie de mociones presentadas a última hora del lunes, los abogados de Bankman-Fried usan varios argumentos para reclamar que se retiren hasta 10 de los 13 cargos por los que está imputado y de los que se ha declarado no culpable.
El empresario de 31 años -conocido a menudo por sus iniciales SBF- fue detenido el año pasado y extraditado a Nueva York en diciembre desde las Bahamas, sede de su empresa y donde residía.
Actualmente, se encuentra bajo arresto domiciliario en casa de sus padres en Palo Alto (California) tras pactar una fianza de 250 millones de dólares a la espera de un juicio cuyo inicio está previsto para el próximo octubre.
De ser condenado por todos los delitos de los que se le acusa -que incluyen fraude, lavado de dinero y pago de sobornos, entre otras cosas-, Bankman-Fried se enfrenta a una pena de más de cien años de cárcel.
Los escritos presentados en las últimas horas por sus abogados son la primera defensa detallada que SBF presenta al juez desde su detención y buscan eliminar toda una serie de cargos bajo diferentes argumentos.
Entre otras cosas, Bankman-Fried apunta que algunas de las acusaciones violan los términos de sus extradición desde Bahamas o no se ajustan a los supuestos delitos que se denuncian.
Además, los abogados acusan a los actuales gestores de FTX, nombrados para liderar la empresa en su proceso de bancarrota, de actuar como apoyo de los fiscales para montar su caso y de, presuntamente, estar escondiendo posibles pruebas exculpatorias.
FTX, que era una de las mayores plataformas de criptomonedas del mundo, se hundió rápidamente el pasado noviembre después de que muchos usuarios se apresuraran a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía.
A raíz de ese colapso, las autoridades estadounidenses acusaron a Bankman-Fried y a otros responsables de FTX y de Alameda Research, su brazo inversor, de un gigantesco fraude en la gestión de su negocio, que había convertido al joven empresario en multimillonario y una de las figuras más influyentes en el mundo de las criptomonedas.
Hasta el momento, tres de sus exsocios ya han admitido su culpabilidad ante la fiscalía y se han mostrado dispuestos a colaborar con las investigaciones.