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October 3, 2024

La medicina personalizada es clave en el abordaje de los cánceres colorrectal y de pulmón

La oncóloga Erika Ruiz habla durante una entrevista con EFE, el 19 de mayo de 2023, en Playa del Carmen (México). EFE/Alonso Cupúl

Ciudad de México, 24 may (EFE).- Las pruebas de detección temprana y el uso de la medicina personalizada en tratamientos para cánceres como el colorrectal y el de pulmón se han consolidado como una de las mejores herramientas para abordar este tipo de neoplasias, señalaron especialistas.

“Actualmente, contamos con terapias más sofisticadas que la quimioterapia, pero dependerá de las características del tumor del paciente para ver si le conviene o no ese medicamento”, dijo a EFE la oncóloga Érika Ruiz, tras su participación en la Cumbre de Excelencia Médica Amgen (CEMA 2023).

La especialista, adscrita al Instituto Nacional de Cancerología, explicó que en México el cáncer colorrectal es una enfermedad que ocupa el tercer lugar de incidencia y el segundo en mortalidad.

“El cáncer colorrectal es un crecimiento anómalo en la última porción del intestino, que es así como se llama de colon y de recto”, precisó.

Detalló que en México se diagnostican cerca de 15.000 nuevos casos de este tipo de cáncer, según datos de la Secretaría de salud.

En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que de los 14.901 casos registrados en 2020, murieron aproximadamente el 52% de pacientes.

Recordó que el cáncer es un crecimiento descontrolado de células y más del 95% de los cánceres colorrectales comienzan en las glándulas productoras del moco que reviste el interior del colon y recto.

“En México, la mayor parte de los pacientes llegan en etapas casi avanzadas y esto es una tristeza porque es un cáncer que tradicionalmente no se genera de un día para otro, entonces la gente podría prevenirlo”, afirmó.

Además, refirió, los cambios en el estilo de vida, la obesidad y la alimentación han derivado en que, en las últimas décadas, esta neoplasia se presente en personas menores de 50 años, cuando antes se diagnosticaba, en promedio, a los 70 años.

Ruiz destacó la importancia de la detección con pruebas sencillas como la sangre escondida en heces y la colonoscopia, si se encuentran anomalías en el primer test.

Aunado a ello, para el tratamiento actualmente existen terapias personalizadas que ayudan a evitar dar un tratamiento que no va a funcionar a un paciente.

“Se pueden hacer ciertas combinaciones que van a favorecer que el paciente tenga una mejor supervivencia”, dijo.

CÁNCER DE PULMÓN, UN RETO

El estigma y la falta de políticas públicas contra el tabaquismo son las principales barreras para que el cáncer de pulmón se detecte y trate de manera oportuna, explicó a EFE el oncólogo Julio César Garibay.

El especialista explicó que el de pulmón es uno de los cánceres con mayor mortalidad en México pues ocupa el quinto lugar y registra más de 7.500 nuevos casos al año, provocando la muerte de 7.000 pacientes en ese mismo lapso.

“El cáncer de pulmón se divide en dos principales tipos, el de células pequeñas (CPCP) y el de células no pequeñas (CPCNP), siendo este último el más frecuente, puesto que representa el 85 – 90% de los casos”, aseveró.

Entre sus principales causas están, en la mayoría de los casos, el tabaquismo, aunque también la exposición al humo de leña.

Explicó que en especial el CPCNP es prevenible en el 80% de los casos, sin embargo, el principal reto está en diagnosticarlo a tiempo y de manera precisa.

“Una vez que obtenemos un diagnóstico preciso podemos ir al interior de esa célula neoplásica, analizar su ADN y entender si tiene alguna mutación que lo haga sensible a algún medicamento o que lo haga resistente a otro, entonces podemos escoger el tratamiento específico para el paciente”, explicó.

Con las terapias dirigidas, sostiene el experto, los pacientes pueden tener una supervivencia mayor a 5 años “gracias a entender la enfermedad”.

Ambos expertos resaltaron también la importancia del diagnóstico oportuno. En el caso del cáncer colorrectal con tamizajes a partir de los 45 años y en el de pulmón, en pacientes que tienen más de 50 años y que han fumado mucho o que han dejado de fumar en los últimos 15 años, o personas que han estado expuestas al humo de leña durante muchos años.