Isla Mujeres (México), 16 jun (EFE).– Luego de casi dos años de permanecer cerrada por conflictos legales, esta mañana se permitió la apertura de la Tortugranja de Isla Mujeres, donde sobreviven más de 10 ejemplares de varias especies de tortugas marinas que no pudieron ser reubicadas al momento de iniciar el conflicto.
En el marco del Día Mundial de las Tortugas Marinas, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó al municipio de Isla Mujeres un “Acuerdo de Destino”, instrumento a través del cual se otorga a las instituciones públicas el uso y aprovechamiento de las Zonas Federales Marítimo-Terrestres.
Gisela Maldonado Saldaña, vicepresidente del Grupo Tortuguero del Caribe, una organización especializada en el cuidado de la tortuga marina en la Península de Yucatán, explicó que en septiembre de 2021 cerró sus puertas la Tortugranja, un lugar considerado como el primer hospital de tortugas marinas de México y el primer campamento tortuguero del país, que empezó a funcionar en la década de 1970, cuando la especie no estaba protegida.
“Tortugranja es un sitio emblemático para el programa de conservación de tortugas marinas a nivel nacional, fue el primer lugar que comenzó con la conservación de tortugas, por eso se llama tortugranja aquí era como una granja donde se criaban a las tortugas”, explicó la bióloga Gisela Maldonado.
El lugar fue creado por un humilde pescador que sentía lástima al ver el destino de cientos de huevos de tortuga que se perdían cuando eran destazadas para su venta.
“Inició el señor Gonzalo Chalé, era una persona que estaba en la comunidad y él empezó a trabajar en las granjas donde se hacía el aprovechamiento de tortuga, antes la tortuga era un recurso pesquero y él trabajaba en eso en ese lugar, era una un sitio donde era un rastro prácticamente donde se sacrificaba a las tortugas y se procesaba la carne”, detalló.
Señaló que Chalé empezó a recuperar el huevo del vientre de las hembras que eran sacrificadas por la lástima de ver a las tortugas sacrificadas, por lo que recolectaba el huevo que estaba dentro del cuerpo de las tortugas y los llevaba en cubetas a lo que él mismo bautizó como la “Playa Gaviotas”.
PIERDEN DERECHOS Y LAS TORTUGAS QUEDAN ATRAPADAS
A pesar de que el lugar operó de manera normal durante varias décadas, dejó de recibir los apoyos necesarios y se fue deteriorando hasta que finalmente el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) pidió la devolución del predio a las autoridades municipales anteriores y cinco días antes de concluir la gestión lo entregaron.
“Así que se quedaron como una especie de limbo. En el momento en el que entregan las instalaciones les prohíben el paso la gente del Instituto Nacional de la Pesca para poder atender a los animales, entonces ellos a través de la zona federal, que pues como sabemos es de paso libre, entraban a atender a los animales”, explicó.
Aunque no se cuenta con registros ni datos oficiales, la bióloga Gisela Maldonado sostiene que muchas tortugas que estaban en el lugar murieron por diversos factores y solo lograron sobrevivir cerca de 10 ejemplares que deben ser atendidos por especialistas.
“Nosotros nos enteramos de que sí hubo muertes, desafortunadamente en reiteradas ocasiones le pedimos a las autoridades que nos permitieran entrar para constatar el estado de salud; sin embargo, todas las peticiones fueron rechazadas diciéndonos que ellos no tenían la custodia de las tortugas que la tenía el municipio y cuando le pedíamos el municipio nos decían que la gente de Inapesca no los deja entrar”.
La especialista afirmó que no han podido constatar el número de muertes, al tiempo que mencionó que las instalaciones están en un estado avanzado de deterioro ante la falta de mantenimiento de la infraestructura”, lamentó.
Por su parte, la presidenta municipal de Isla Mujeres, Atenea Gómez, detalló que al momento de ser notificados del cierre de la Tortugranja verificaron que estaba en tal grado de abandono que representaba un riesgo para la integridad física de las personas que trabajaban ahí, que lo visitaban y también de las especies marinas.
“Era visible el deterioro del lugar a pesar de que cobraban por ingresar”, señaló.
A casi dos años del cierre obligado, el permiso que otorgó la Semarnat autoriza la utilización de las piletas y el corral para reubicar los huevos de tortuga marina.
“Este es un lugar histórico, tiene aproximadamente 70 años de historia. Aquí nace la conservación para México, aquí se inicia el primer proyecto de conservación, fue el primer campamento de tortugas en todo el país, primero que Oaxaca, primero que Baja California y que otros lugares inició aquí en Quintana Roo, en Isla Mujeres”, indicó la funcionaria.
La batalla legal para recuperar el predio en su totalidad aún sigue en curso debido a que una extensa zona por donde está el acceso principal y donde solo hay manglares, una especie protegida.
El espacio en litigio está a nombre de dos particulares que se disputan entre ellos la propiedad, la cual se presume obtuvieron de manera ilegal.
“Una parte de mucho mangle donde debería tener densidad cero y así lo vamos a procurar en el nuevo Plan de Desarrollo Urbano, pues está a nombre de particulares. Hoy lo hemos embargado porque nunca pagaron predial”, explicó la presidenta municipal.
Dentro del terreno de más de 1.600 metros cuadrados en zona federal se ubica el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), un acuario donde se impartían pláticas de conservación ambiental, los corrales para la reubicación de los huevos de tortuga y las piletas para los ejemplares que debían permanecer en observación.
Alrededor del predio se ubican numerosos desarrollos turísticos de alto valor comercial.