Ciudad de México, 13 jul (EFE).- La cantante y compositora Natalia Lafourcade cerrará la gira de su último disco, “De todas las flores”, con tres conciertos en México, entre los que se destaca uno en el Auditorio Nacional, el más importante de la capital, el próximo 7 de noviembre.
Semanas después, el 22 de noviembre, actuará en el Auditorio Citibanamex de la norteña ciudad de Monterrey (Nuevo León) y culminará su presentación en su país natal el 26 de noviembre en el Auditorio Telmex, ubicado en Guadalajara (Jalisco).
Lafourcade, una de las grandes figuras de la música mexicana, dio inicio a la gira en el Carnegie Hall de Nueva York, Canadá y España, donde la pasada semana ofreció varios conciertos.
La compositora y cantante mexicana continuará en Estados Unidos, Argentina, Chile, Perú, Venezuela y Colombia.
“Hacer todo primero y después México nos va a permitir un show perfecto, sin el nervio después de cinco años sin girar, desde 2018”, dijo este jueves en una conferencia de prensa en Ciudad de México.
Estos conciertos, explicó, incluyen aspectos inéditos en su carrera, como una narrativa con la que trata de desentrañar el trasfondo más profundo del álbum.
“Ha sido un proyecto que me ha recordado todas las áreas de mi jardín interno, y me ha empujado a no tener miedo de arriesgar a nivel creativo y artístico. Eso es el show, la historia detrás de la portada del disco: un espacio más onírico, más surrealista, de un rincón de mi mente que ni yo misma me había permitido entrar”, comentó.
Con “De todas las flores”, compuesto, en buena parte, en su casa familiar en el oriental estado de Veracruz, la mexicana sintió que empezaba una nueva etapa en sus más de dos décadas de carrera musical.
“Es un momento muy importante, un parteaguas en mi camino artístico. No sabía que podía hacer esto, y me abre nuevas ramas en la cantidad de cosas que puedo ir explorando sobre la marcha”, subrayó la autora de canciones como “Hasta la raíz” o “Para qué sufrir”.
Las rutas por las que Lafourcade encamina su trabajo como artista, pese a ir evolucionando, están cimentadas sobre el mismo tenor: su amor por la música.
“Es mi compañera (la música), mi maestra, mi dadora. Siempre ahí para consolarme, para aterrizarme, para enseñarme tantas cosas que ahora, para mí, se ha convertido en mi vida, mi pasión, mi servicio, mi trabajo, mi fiesta, mi agua. En mi camino ha habido temporadas muy distintas, pero amo la música que amo hacer”, concluyó.