Puebla (México), 31 oct (EFE).- El municipio de Huixcolotla, en el centro de México, se ha convertido en el principal productor nacional de papel picado, una colorida artesanía que este martes comienza a adornar los altares y otras decoraciones alusivas al Día de Muertos.
Los papeles muestran de manera cómica a la muerte, representada en calaveras sonriendo, en bicicleta, como panaderos, y en ilustres personas como Frida Kahlo, para llevar alegría a las tumbas, altares o espacios representativos para las familias mexicanas que este 1 y 2 de noviembre festejan a sus difuntos.
Un decreto del Gobierno de Puebla declaró al municipio de Huixcolotla como “Cuna del papel picado” en 1998 porque más del 80% de su población se dedica a esta actividad.
José Alejandro Reynoso, fundador del taller Los Cartelitos, compartió que desde hace 43 años se dedica a esta actividad, que se ha convertido en esencial para su familia por ser un negocio familiar administrado por él, su esposa e hijos.
“Lo que más me gusta hacer sacar novedades, ser número uno en el papel, porque aquí en el pueblo nos gusta mucho trabajar en ese tipo de eventos”, indicó a EFE.
El artesano compartió que también usan los objetos para festejar las fiestas patrias, celebraciones religiosas, bodas y bautizos.
“La herramienta que utilizamos son los cinceles, nuestro martillo y el plomo, el papel que compramos para poder procesar el calado que nos pidan”, dijo.
La elaboración inicia con el conteo de 50 pliegos de papel de china, que se colocan uno sobre otro.
Después se coloca un molde diseñado con la imagen a plasmar para golpear con los cinceles de diferentes tamaños.
Reynoso refirió que para tener un papel listo se pueden tardar hasta una semana por la elaboración del molde y la complejidad del dibujo, por lo que pueden realizar de 200 a 3.000 golpes en las figuras.
“El más sencillos (requiere) unos 200 golpes y el más grande unos 3.000 golpes, ese papel que lleva 3.000 golpes es un papel de 50 centímetros de ancho por 1,5 metros”, precisó.
Relató que ahora su mercancía llega a tiendas de autoservicio trasnacionales, Estados Unidos, España y Suramérica, así como a casi todos los estados de México.
El Día de Muertos de México cumple ahora 20 años de haber sido declarado por la Unesco como “Obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad” gracias a su combinación única de tradiciones indígenas con el catolicismo traído por lo españoles.