Nueva York, 21 may (EFE).- Daniel Penny, acusado del asesinato de Jordan Neely en el metro de Nueva York, dijo que no es un supremacista blanco en sus primeras declaraciones públicas sobre el episodio en una entrevista con The New York Post.
El 1 de mayo, Penny fue grabado en un vídeo que se viralizó estrangulando por unos 15 minutos a Neely, un sintecho afroamericano de 30 años, y el caso se ha convertido en un alegato contra el racismo sistémico instalado en la sociedad estadounidense contra la población negra.
Penny, un exmarine y estudiante de arquitectura de 24 años, ha sido acusado de “homicidio imprudente” y está en libertad provisional tras pagar una fianza de 100.000 dólares.
“Esto no tiene nada que ver con la raza”, dijo Penny. “Yo juzgo a una persona basándome en su carácter. No soy un supremacista blanco”, añadió en su entrevista con el medio neoyorquino.
La confrontación en el metro comenzó después de que Neely supuestamente comenzó a gritar a otros vagabundos y a tirar basura.
Según la policía, los testigos apuntaron que Neely había estado gritando a los pasajeros que tenía hambre y sed y que estaba “listo para morir”.
Por el momento, no ha habido indicios de que Neely atacara físicamente a nadie.
En el vídeo se ve a Penny en el suelo con los brazos alrededor del cuello de Neely durante varios minutos, mientras otros dos pasajeros le ayudan a sujetarlo.
La oficina del médico forense dictaminó que la muerte de Neely fue un homicidio y que la causa del fallecimiento fue la compresión de su cuello.
No está claro si las autoridades buscarán acusar a los otros dos hombres.
En la entrevista, Penny dijo que no podía entrar en detalles porque su caso sigue pendiente, pero indicó que se dirigía a un gimnasio de Manhattan cuando se encontró con Neely.
“Las amenazas y el terror que Jordan Neely introdujo en ese tren están bien documentadas. (…) Hay numerosos testigos que vienen de distintos ámbitos que no tienen absolutamente ningún motivo para hacer otra cosa que contar lo que realmente sucedió. Son uniformes en su recuerdo de los acontecimientos”, dijo Penny, quien se entregó a las autoridades 11 días después del estrangulamiento.
La familia de Neely ha dicho que Penny debería ser juzgado por asesinato.
Pero los abogados de Penny sostienen que no tenía la intención de matar a Neely cuando lo estranguló, que simplemente estaba tratando de defenderse a sí mismo y a los demás de un vagabundo amenazante, que tenía un largo historial de enfermedad mental y numerosos arrestos previos.
Cuando se le preguntó qué le diría a la familia de Neely, cuyo funeral fue el viernes, Penny contestó: “Estoy profundamente entristecido de que haya perdido la vida”.
“Es trágico lo que le pasó. Con suerte, podemos cambiar el sistema que nos ha fallado tan desesperadamente”, anotó.
Pero cuando se le preguntó si volvería a tomar medidas si estuviera en una situación similar, asintió.
Penny puede enfrentar hasta 15 años de prisión si es declarado culpable.