Washington, 8 may (EFE).- El Gobierno del presidente de EE.UU., Joe Biden, propondrá mañana una nueva norma que permitirá a las autoridades migratorias restringir el acceso al asilo en la frontera sur, adelantó a EFE una fuente familiarizada con la regulación.
La regla, que será anunciada mañana, instruirá a los agentes de migración a aplicar nuevos filtros durante las entrevistas en donde que se decide si una persona cumple o no con los requisitos para solicitar asilo en EE.UU. tras cruzar la frontera con México.
Según indicó a EFE la cita fuente, las autoridades podrán impedir que una persona solicite asilo si consideran que suponen un riesgo para la seguridad nacional o la seguridad pública.
Esta normativa, que busca agilizar las deportaciones, afectará a quienes crucen la frontera entre México y EE.UU. de manera irregular.
Tras esta entrevista inicial, conocida como entrevista de “miedo creíble”, las personas que solicitan asilo pueden permanecer en territorio estadounidense hasta que un juez de inmigración decida sobre la validez de su caso.
Este proceso puede tardar años y el objetivo de esta nueva medida es intentar reducir la cantidad de personas que solicitan asilo.
Las personas a las que se les niega la posibilidad de solicitar asilo son expulsadas a México de manera inmediata o entrar en un proceso formal de deportación, dependiendo de su nacionalidad.
La norma, elaborada por el Departamento de Seguridad Nacional, no entrará automáticamente en vigor. Mañana se publicará y se abrirá entonces un periodo de comentarios al público en el que el aún podría sufrir cambios.
Esta nueva medida llega en medio de un año electoral en el que la inmigración es uno de los temas centrales. El expresidente y precandidato republicano a la presidencia, Donald Trump, ha adoptado una retórica anti-inmigrante y señala a Biden por haber creado una “crisis” en la frontera.
Sin embargo, no es la primera vez que la Casa Blanca anuncia cambios a las regulaciones sobre el asilo en un intento por limitar la llegada de personas a la frontera sur.
Justo hace un año, el Gobierno demócrata introdujo una serie de cambios que califica como “no aptos” para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE.UU.
Aunque el número de detenciones en la frontera han disminuido significativamente durante los primeros meses de este año, en el 2023 EE.UU. reportó un récord de más de 2,3 millones de arrestos de migrantes.
El contexto global de un incremento histórico en la cantidad de personas desplazadas en el continente, junto a la presión por parte de la oposición y el ala moderada de su partido ha llevado a que el Gobierno de Biden abandone las promesas de campaña de “restaurar” el sistema de asilo.
Por el contrario, la administración demócrata mantuvo durante los primeros años políticas restrictivas heredadas del Gobierno anterior, como el llamado Título 42, que permitía las restricciones en caliente, para luego ampliarlas o reemplazarlas con nuevas normas que buscan limitar la cantidad de personas que pueden solicitar asilo en la frontera sur.
Como contraparte a estas medidas, la Casa Blanca ha promovido programas de “vías legales humanitarias” para las personas de algunas nacionalidades (Cuba, Haití Nicaragua y Venezuela), que han permitido la entrada de más de 400.000 personas a EE.UU.