Por Avery Cruz
San José, CA oct. 23, 2024 – Con sus inconfundibles alas de color naranja brillante y manchas negras, la mariposa monarca es una celebridad mundial poblaciones presentes en lugares como Nueva Zelanda, Sudamérica, Puerto Rico y la India. La amplia presencia de la mariposa monarca en México la ha convertido en un símbolo cultural especialmente significativo, sobre todo en el Día de los Muertos. A pesar de la reciente caída en las cifras de población de esta popular especie, nuevos estudios de investigación dan esperanzas de que esta importante figura cultural resistirá el riesgo de extinción.
En Norteamérica, cientos de miles de mariposas monarca emigran al sur desde lugares tan septentrionales como Canadá en busca de un clima más cálido en el invierno. Las monarcas al oeste de las Montañas Rocosas se desplazan hasta la costa de California para asentarse allí durante el invierno, mientras que las monarcas al este de las Montañas Rocosas emigran a México y encuentran hogares estacionales en zonas protegidas en los bosques de pinos y abetos, su hábitat preferido.
Justo a tiempo, la llegada de la mariposa monarca a México coincide con el inicio de las celebraciones del Día de los Muertos. En el Día de los Muertos, que se celebra todos los años los días 1 y 2 de noviembre, las familias mexicanas reciben en sus hogares a los espíritus de sus seres queridos fallecidos para comer, bailar y estar juntos en un ambiente de alegría. En el folclore mexicano, y especialmente entre las poblaciones indígenas como los purépechas y los mazahuas, se cree que las mariposas monarca transportan las almas de los antepasados difuntos que regresan a casa para visitar a sus familias. Con el tiempo, se han convertido en un símbolo de estas celebraciones.
Lamentablemente, en los últimos seis años, los investigadores han observado un aumento en la cantidad de mariposas monarca que no completan sus rutas migratorias típicas y un declive en la población total de la especie. El aumento de las temperaturas por el cambio climático hace que el algodoncillo, planta de la que dependen las mariposas monarca para sobrevivir, esté menos disponible. Esta planta no solo sirve de refugio a las mariposas, sino que también es una fuente de alimento y un lugar donde las monarcas ponen sus huevos a lo largo de su ciclo vital. Cuando el algodoncillo no es fácilmente accesible, aumentan las posibilidades de que las monarcas tengan que recorrer una ruta migratoria difícil, lo que resulta en una menor cantidad de mariposas monarca que llegan a destino. Además, el calor extremo disminuye la probabilidad de que las mariposas sobrevivan, repueblen y se conviertan en polinizadoras de plantas, flores silvestres y agricultura a lo largo de su ruta migratoria.
Se ha demostrado que las mariposas, junto con las abejas, las aves y otros insectos, son responsables de uno de cada tres bocados de comida que ingerimos. Cuando la población de monarcas está en peligro, existe la posibilidad de que haya menos polinizadores en nuestro entorno, lo que puede provocar una caída en la producción agrícola.
La buena noticia es que hay esperanza para las mariposas monarca, ya que se han implementado mejoras en la manera en que se monitorea esta especie icónica a través de importantes iniciativas científicas comunitarias. En 2018, se reportó que había 30 000 mariposas monarca en California y solo cinco años después, se documentaron 233 394 avistamientos de monarcas en todo el estado. Este aumento en el tamaño de la población se debe a que los investigadores hicieron un llamado a los miembros de la comunidad para que ayudaran a reportar avistamientos de mariposas monarca. Como resultado, los científicos contabilizaron más mariposas en lugares ubicados a lo largo de sus rutas migratorias, en lugar de limitarse a monitorear los lugares donde se sabe que descansan durante el invierno. Mientras las mariposas siguen luchando contra los efectos del cambio climático, hay medidas que todo el mundo puede tomar para apoyar a las monarcas y a muchas otras especies importantes de polinizadores.
Una forma de ayudar es plantar algodoncillo, que proporciona a las monarcas un lugar familiar donde descansar, poner huevos y refugiarse. La Open Space Authority (Autoridad de Espacios Abiertos) planta activamente algodoncillo en espacios abiertos para ofrecer a las mariposas monarca un hábitat seguro y nativo a lo largo de su ruta migratoria. Además, el cultivo de plantas que florecen todo el año, como las plantas nectaríferas, ayuda a muchos polinizadores diferentes, incluidas las mariposas, a reaprovisionarse a lo largo de sus rutas migratorias.
En San José (California), el personal y los voluntarios de la Open Space Authority plantaron plantas nectaríferas nativas en la Reserva de Espacios Abiertos Sierra Vista, en un hábitat ribereño, para aumentar el número de polinizadores, incluidas las mariposas monarca. Y las mariposas monarca son solo una de las muchas e importantes especies de fauna nativa que pueden verse en esta reserva de espacios abiertos.
Aunque las monarcas siguen enfrentando dificultades, hay esperanza de que esta población se recupere y siga creciendo. Esto es increíblemente importante, ya que eso significa que las mariposas monarca seguirán estando profundamente arraigadas en la cultura mexicana y, específicamente, en las celebraciones del Día de los Muertos.
Para más información sobre la mariposa monarca en peligro de extinción, lea las publicaciones anteriores del blog de la Open Space Authority sobre este tema aquí y aquí.
