Recife (Brasil), 21 ago (EFE).- El número de muertes violentas en Brasil aumentó un 6,0% en el primer semestre del año, a pesar de las medidas de confinamiento y aislamiento social impuestas por las autoridades en la mayor parte del país para contener el avance de la pandemia del nuevo coronavirus, según reveló este viernes un estudio.
De acuerdo con el Monitor de la Violencia, un estudio mensual realizado por el portal G1, de la red Globo, con base en informaciones de las secretarías regionales de Seguridad Pública, la mayor alza de asesinatos se presentó en la región Nordeste, una de las más pobres del país.
Entre enero y junio se registraron en el país 22.680 muertes violentas, o sea 3.780 por mes o 126 al día, lo que indica que en Brasil mueren por asesinato 5,25 personas cada hora.
El número es superior en un 6% al de los primeros seis meses de 2019, lo que indica que “hubo un alza a pesar de menos gente en las calles”, apunta el estudio.
Los datos del semestre interrumpieron una serie de caídas en las cifras que se presentaron para el período en 2018 y 2019, este último con 21.357 asesinatos entre enero y junio, todo un récord con una disminución del 19% frente al mismo período del año precedente y la más baja desde que se comenzó la estadística en 2007.
Para todo 2019, cuando se registraron 41.635 muertes violentas, se presentó también la misma reducción porcentual del semestre, del 19%, en comparación con todo 2018.
El Nordeste, donde se habían producido las notorias caídas de los últimos años, presentó en el primer semestre de 2020 un aumento del 22,4% en comparación con el mismo período de 2019.
De los 27 estados brasileños, 17 presentaron alza en el número de asesinatos y 5 registraron un aumento superior al 15 %: Alagoas, Paraiba, Ceará y Maranhao, todos en la región Nordeste, y Espírito Santo, en la región Sudeste que siempre tiene altos índices de violencia en los diferentes informes estadísticos.
En febrero, el estado de Ceará tuvo una huelga de policías que duró trece días y en ese período se registraron 312 muertes, de las 450 que se presentaron en el mes.
En las regiones Centro-Oeste, Sur y Sudeste, las dos últimas las más pobladas y desarrolladas del país, se registró una caída en el número de asesinatos.
El estudio, que tiene el respaldo del Núcleo de la Violencia de la estatal Universidad de Sao Paulo (USP), la mayor del país, y de la plataforma Foro Brasileño de Seguridad Pública, indica que a pesar de las cuarentenas de abril, la cifra de muertes violentas en ese mes fue del 8% superior al mismo período de 2019.
El informe no incluye las muertes durante acciones policiales, que siempre se mantienen en una tendencia al alza y podrían elevar aún más los números.
