Serengueti (Tanzania), 13 de enero (EFE).- En medio de la vasta sabana africana, tan bella como traicionera, un pozo de agua embarrada parece un regalo caído del cielo para un pequeño elefante hasta que se inclina a mojar su trompa y se mete en un problema mortal: cae dentro y no puede salir.
Así lo captan las cámaras de National Geographic en “Incredible Animal Journeys” (viajes animales increíbles), una nueva docuserie que convierte las migraciones salvajes en historias de película y que ha sido testigo de escenas naturales inéditas, según revelan sus realizadores.
“Como humanos, pensamos que somos grandes exploradores, pero los animales son los verdaderos héroes, ya que viajan sin fronteras ni límites”, señala Sarah Gibbs, una de las productoras ejecutivas y alma de la serie, que ve en esos periplos “dramas de Hollywood por mérito propio”.
Una historia similar a la de aquel elefante emerge en una visita para periodistas organizada por National Geographic en diciembre, a la que asiste EFE, para conocer uno de los escenarios: el parque Serengueti (Tanzania), donde tiene lugar cada año la Gran Migración, una de las maravillas de África.
Una cría se derrumba en una charca de profundidad incierta delante del vehículo del safari, pero los mayores de la manada acuden en su auxilio y todo acaba en un deleitoso baño de fango, cortesía de la esperada temporada de lluvias que ha transformado el paisaje árido en un paraíso de hierbas altas.
La sequía ha azotado el este de África en estos últimos años de temperaturas récord, fruto de una crisis climática que “mata más elefantes que la caza furtiva”, según alertan las autoridades keniatas, y que hace imprevisibles sus rutas de supervivencia transmitidas de generación en generación.
Los elefantes son solo una fracción de la Gran Migración, una fuerza natural de dos millones de ñus y miles de otros herbívoros como impalas, gacelas o cebras que va del Serengeti a la reserva Masái Mara, en un recorrido similar al de las manecillas de un reloj y en el que cada segundo esconde un peligro.
Los recién nacidos en el viaje deben aprenden a huir a la vez que a caminar, y el ciclo de la vida no espera a los débiles: la mitad de las tiernas cebras de rayas tenues no sobreviven al primer año, presa de leones, hienas y otros depredadores que también contribuyen al equilibrio del ecosistema.
Hallazgos fascinantes en un mundo cambiante
Pero “Incredible Animal Journeys” no se centra solo en África: recorre los siete continentes para contar otras historias de migración salvaje en busca de comida, refugio y parejas, y lo hace por tierra, mar y aire, una tarea que ha llevado tres años completar.
Entre otros protagonistas, se presenta a una golondrina que viaja de Sudáfrica a Reino Unido “para reunirse con el amor de su vida”, a una osa polar que guía a sus cachorros en medio del deshielo de la nieve del Ártico, o a las mariposas monarca que revolotean hasta las ciudades.
También se ve a los flamencos desplegando su simpática danza de cortejo, aunque en una bandada más reducida que las de antaño, que llegaban a incluir un millón de aves, puesto que buscan lugares con los niveles de agua “adecuados”, que cada vez les cuesta más encontrar, explica la productora.
En prácticamente todas las historias animales está presente la crisis climática pero también el impacto de la mano humana, razones por las cuales los realizadores de la serie buscaron minimizar el impacto ambiental del proyecto contando con equipos de producción y científicos locales.
Esa elección, sumada al uso de tecnologías punteras de seguimiento, tuvo unos resultados fascinantes, como captar por primera vez el nacimiento de una ballena jorobada en la intimidad de las profundidades del Pacífico, que Gibbs describe como “el santo grial” de la cinematografía de historia natural.
No fue el único regalo de las ballenas: exhibieron “comportamientos altruistas” nunca documentados antes, como el de un macho solitario que acude al canto de una hembra moribunda atrapada en una red de pesca, la protege de tiburones y la acompaña a dar su último suspiro en la superficie.
“Es un momento verdaderamente extraordinario y descorazonador que afectó a todos los que estaban allí. Ahora es el fundamento de un nuevo estudio científico, una novedad mundial muy importante”, sostuvo Gibbs, expresando emoción y orgullo por los hallazgos.
La serie, que tiene siete episodios, está ya disponible en la plataforma Disney+ y en Hulu.