La Oferta

April 18, 2024

Acosadores y abusadores sexuales ¿Quiénes son? ¿Dónde están?

A mi manera

Juan Carlos Valderrama

No hay clase social que no los tengan, viven en las zonas de mayor poder económico como la del financista, pedófilo, Jeffrey Epstein, quien supuestamente se suicidó el 10 de agosto del 2019, hasta en una Isla y jet privado que tenían él y su novia, Ghislaine Maxwell, la Socialité Británica. Ella tuvo un veredicto de culpabilidad en cinco delitos federales en relación a su colaboración en el tráfico sexual de menores de edad, en diciembre del 2021 en Nueva York, por la jueza Alison Nathan. Ghislaine Maxwell podría pasar el resto de su vida en la cárcel, aunque claro esta apelará y quien sabe qué pasará. Los depredadores sexuales también viven en las zonas de mayor pobreza, asentamientos humanos, favelas, arrabales, proyectos, barrios marginales y zonas rurales o del campo.

Es decir residen en cualquier zona sea urbana, marginal o rural; además su capacidad intelectual puede ser desde la de un post doctoral hasta un analfabeto o iletrado teniendo por lo tanto cualquier actividad profesional o técnica.

Tal es el caso del médico de las gimnastas olímpicas de Estados Unidos, el monstruo Lawrence Nassar, sobre quien en su juicio testificaron públicamente más de 150 mujeres sobre los abusos sexuales al que fueron sometidas por él. La jueza Rosemarie Aquilina lo forzó a escucharlas, incluso cuando él pidió ya no hacerlo, al dictarle sentencia dijo la jueza “Es mi honor y privilegio poder condenarte” y con referencia al tiempo que debería pasar tras las rejas agregó “Acabo de firmar tu sentencia de muerte”.

Sí, estimado lector, ellos pertenecen a cualquier raza, religión, género u orientación sexual y pueden ser de cualquier estado civil.

Pueden ser padrastros, padres biológicos, medios hermanos, hermanos, tíos, primos, familiares cercanos, buenos vecinos, amigos, conocidos o desconocidos, en realidad puede ser cualquier persona.

En muchos casos su condición de poder radica en que es un adulto, el cual  somete a alguien que no es un adulto, vale decir un niño que no tiene los conocimientos ni la información suficiente para entender lo que está viviendo.

Muchos de ellos tienen una posición económica solvente o jerárquica de poder que suelen utilizar con las personas vulnerables para conseguir lo que desean.

Entre sus características de tratamiento hacia los otros es que emplean la persuasión o la presión sobre la víctima en base a su relación de autoridad.

Al hablar de las características psicológicas de los acosadores o abusadores sexuales tenemos entre otras que presentan una tendencia a utilizar mecanismos de defensa como racionalización, negación, parcialización, minimización, proyección entre otros en su defensa, demás está decir que suelen presentarse como personas amables y generosas en los momentos más decisivos para ellos frente a sus víctimas.

Presentan una gran capacidad de engañar a todo aquel que se les presente, pretenden ganar la lealtad e interés de su víctima mediante el chantaje o la amenaza directa para asegurar el secreto o el silencio de la víctima.

La mayoría de ellos tiene características de personalidad narcisista, carecen de empatía con el prójimo por lo tanto asumen que no cometen ningún delito y no muestran tipo de arrepentimiento.

Son actores con una facilidad para actuar frente a los otros por lo que no despiertan ninguna clase de sospechas, soliendo pasar desapercibidos sin que nadie se dé cuenta. Generalmente manipulan a todo aquel quien se encuentre frente a ellos para lograr sus objetivos, sea frente a niños o adultos, son tan buenos en su perversión que hacen que sus víctimas no sientan nada ni física ni mentalmente porque ellos lo bloquean como una forma de llegar a sus objetivos, así también como una forma de sobrevivir frente a su agresor.

Ahora vale decir que no actúan solos cuentan en múltiples oportunidades con la complicidad, negligencia, complacencia, anuencia y la injusticia social la que en su momento los encubre y sugiere disimularlo por mantener el prestigio, puesto, posición, o lo que fuera.

Entre las características principales de la agresión o violencia sexual está el no poder decirla, por vergüenza, miedo, temor o falta de credibilidad; vale decir “no se habla por que están instaladas en la persona el sentimiento de culpa, el estigma, el de ser señalada, el qué dirán, ante ello sólo queda el silencio”.

En algunos casos muchas de sus víctimas sino en su totalidad se muestran felices con sus posiciones o cargos, lo que al parecer no muestra ningún signo ni señal de que algo este pasando, por lo que suelen ser impotentes ante la gente con poder lo que garantiza y perpetúa la impunidad.

Por lo general es la primera denuncia la que desembrolla el hilo de la madeja y una vez realizada aparecerán una y otra más de forma incontenible como si una represa de agua hubiera colapsado y es así como lo demuestran los hechos, aunque muchas no lo hagan, habrá una cantidad suficiente para mostrarlos frente a la sociedad y poder demostrar quienes son realmente estas personas.

En la mayoría de los casos la opinión pública generalmente se mostrará incrédula frente a las víctimas a las que generalmente cuestionará o juzgará con respecto a por qué no habló o denunció con anterioridad los hechos.

Algunos acosadores o abusadores argumentaran que “eran adictos al sexo” y por ello no podían controlarlo, ya que al ser un trastorno reconocido, ellos, a través de sus abogados defensores pretenderían reducir sus penas o sentencias o limpiar su imagen.

Debemos ser conscientes y frente a las denuncias que escuchemos actuar de forma responsable con celeridad y credulidad porque tal como dicen “justicia que tarda no es justicia”, lo que en contraposición algunos dirán “la justicia tarda pero llega” y usted amigo lector que opina ¿Reconoció algún acosador a abusador cercano?

amimanerapublicaciones@gmail.com